Desde tener controlada la logística hasta trabajar emocionalmente antes del viaje, todos los elementos son esenciales para que la familia al completo se enfrente tranquila a la aventura que supone un viaje de estudios en el extranjero, especialmente cuando se trata de menores viajando solos en avión.
Cuando un menor va a disfrutar de una experiencia de formación en el extranjero, el primer paso es preparar el viaje: ¡irán sin sus padres en el avión! Para muchos será su primera experiencia sin sus familias que, a su vez, están emocionadas por esta nueva etapa, pero no pueden evitar los nervios mientras esperan noticias de su llegada. Por este motivo, conviene tener bajo control tanto los aspectos logísticos como los emocionales que supone esta nueva aventura, asegurando que el menor y sus familias se sientan tranquilos y preparados para afrontar este reto.
Documentación, autorizaciones…
En todos nuestros programas de educación internacional destinados a menores, ya sean de año académico o cursos de verano, te asesoraremos personalmente sobre la documentación necesaria, las opciones de acompañamiento disponibles y si el programa específico en el que estás interesado incluye alguna de ellas. Por ejemplo, en muchos de nuestros programas de verano, los grupos cuentan con un monitor que los acompaña tanto durante los vuelos como a lo largo de la estancia.
Lo primero de todo es asegurarse de tener toda la documentación que la aerolínea y el país de destino indiquen. Dependiendo del destino, se requerirá el DNI o pasaporte, información de contacto tanto de los padres o tutores legales como de la persona que acompañará al menor o se hará cargo de este en el destino, y una autorización para viaje de menores al extranjero, la cual debe ser gestionada en dependencias policiales. Se aconseja, además, que lleven una copia adicional de los números de teléfono por si surge alguna emergencia y que usen una vestimenta cómoda, evitando cremalleras, cinturones o accesorios que compliquen su paso por el control de seguridad.
En función de la edad, habrá que contratar un servicio de acompañamiento con la propia aerolínea: son obligatorios entre los 5 y los 11 años, siendo entre los 12 a 17 años opcionales, pero no hacen falta en los viajes en grupo. Básicamente, con este servicio de acompañamiento habrá una persona que acompañe y garantice la seguridad en todas las etapas del viaje: desde el check-in hasta la entrega del menor a la persona autorizada en el aeropuerto de destino. Además, las familias pueden descargar en sus teléfonos alguna de las múltiples aplicaciones que les ayudan a seguir en tiempo real el vuelo de sus hijos.
Preparación emocional
Con la logística bajo control, es el momento de prepararles emocionalmente: es esencial explicarles cada detalle del viaje y resolver las inquietudes que les puedan surgir. Los expertos también recomiendan enseñarles a manejar situaciones imprevistas que se puedan dar durante el trayecto, como por ejemplo, la pérdida del equipaje de mano o enfrentarse a retrasos en los vuelos, sobre todo si viajan solos. Además, puede ser útil practicar alguna técnica de respiración que les ayude a mantener la calma en situaciones de estrés o nerviosismo.
Este tipo de preparaciones no solo son valiosas para los menores, sino también para los padres, que pese a la incertidumbre deben saber que los aeropuertos son considerados uno de los lugares más seguros del mundo occidental según la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).