¿Cómo adaptarme a mi familia anfitriona durante mi curso de idiomas en el extranjero?
Poco a poco el verano se acerca y con él las ansiadas vacaciones, y es precisamente en este periodo cuando cada año miles de jóvenes deciden estudiar cursos de idiomas en el extranjero, alojándose en casa de una familia anfitriona. Sin lugar a dudas esto supone una experiencia enriquecedora, divertida y diferente que recordarás toda la vida.
Aunque el hecho de sumergirte en una cultura diferente, lejos de tu entorno y en casa de una nueva familia puede parecer un poco complicado al principio, con el paso de los días te habrás convertido en un miembro más y te sentirás tan a gusto como en tu propia casa. No obstante, aquí te dejamos 10 consejos que pueden ayudarte en los primeros días y que te servirán para estrechar lazos con tu familia anfitriona y sacar el máximo provecho a tu experiencia de idiomas en el extranjero.
1. No te fíes de los tópicos
Las ideas preconcebidas y los estereotipos son muy malos consejeros. Debes entender que no existe la familia típica estadounidense, o inglesa, o canadiense, o irlandesa… De la misma manera, tampoco hay un chico o chica típicamente español/a. Por esta razón, nuestro consejo es no dejarse llevar por estos tópicos y recordar que se trata de una familia que te abre las puertas de su hogar y que harán todo lo posible para que vivas una experiencia única a su lado.
2. Las familias pueden ser de muchos tipos
Como comentábamos en el punto anterior, las familias no se pueden tipificar. No son de raza, religión o estrato social preestablecido, y pueden no obedecer a los modelos familiares tradicionales. Sus gustos y aficiones variarán de una a otra, pueden ser caseros o que les guste más salir, modernos o conservadores, tener muchos hijos o ninguno, ser divorciados con hijos a su cargo, familias monoparentales, parejas homosexuales… La lista de posibilidades es interminable, pero todas comparten su entusiasmo por disfrutar contigo esta experiencia.
3. Adaptarse y cumplir las normas
Hay una regla de oro que no debes olvidar: ningún país va a cambiar sus costumbres y peculiaridades porque tú estés allí. Serás tú el que tengas que adaptarte a su gente, su cultura, sus costumbres…
De la misma forma, eres tú el que debes adaptarte a la familia con la que vives; esto implica seguir sus normas como si fueran las dictadas por tus propios padres, aunque puedan parecer diferentes o extrañas en un principio.
4. Que fluya la comunicación
Intenta desde el principio hacer de la casa tu nuevo hogar. Pregunta a la familia si ves o tienes la sensación de que algo de lo que haces no les gusta, trátalo directamente con ellos.
No dejes que la falta de comunicación empañe tu estancia, casi todos los problemas se arreglan hablándolos. Si no entiendes lo que te han dicho no te sientas mal por volver a preguntar acompañando tu petición de expresiones como sorry, please, thank you…, tu nueva familia no tendrá problema alguno en volver a repetirlo más lentamente y de una forma más sencilla para ti.
5. Trabajo en casa
De cara a tu familia anfitriona, dice mucho de ti que colabores con las tareas, las cuales podrán ser fregar o secar los platos, cortar la hierba del jardín, lavar el coche o sacar la basura, por supuesto hacerte la cama, tener en orden tu habitación…
Nosotros te aconsejamos que nada más llegar preguntes cuales van a ser tus responsabilidades al respecto y actúes según las indicaciones que te digan. No te preocupes ni te asustes, estas tareas no serán muy laboriosas y serán muy sencillas de cumplir.
6. Desorden e informalidad
Es importante mencionar que en Estados Unidos, Inglaterra o Irlanda hay casas donde el orden se entiende de forma diferente a cómo se interpreta en España.
Los hogares españoles, por humildes que sean, están generalmente limpios y en perfecto orden, pero en estos países hay familias donde todo esto es muy secundario. Pueden vivir en una casa magnífica y sin embargo tener las cosas desordenadas y no tan limpias. Se trata de una cuestión cultural, no quiere decir que no haya familias pulcras y ordenadas, que por supuesto también las hay.
7. Comidas
Fuera de España, los horarios de comidas son diferentes. El desayuno suele hacerse a primera hora de la mañana, sobre las 7, la comida en torno a las 12 del mediodía y la cena entre las 6 y las 7 de la tarde. Pero los horarios no son la única diferencia, la comida suele consistir en un sándwich o pequeño bocadillo, mientras que la cena es la comida fuerte del día. Participa en esta costumbre y realiza estas comidas con tu familia en la medida de lo posible, ya que esto te ayudará a integrarte con ella y conocerás una parte muy importante de su cultura.
8. Uso del teléfono e internet
Ten en cuenta que un uso abusivo del teléfono o de internet juega un papel muy negativo en el desarrollo del programa. Con el objetivo de integrarte y adaptarte a tu nueva familia, sociedad y entorno, es necesario que dispongas de un tiempo en el que seas tú mismo el que vayas descubriendo ese entorno y descubriendo tus propias reacciones ante lo desconocido, y no podrás conseguir esto si no desconectas de tu vida en España.
9. Religiones
Las familias que ofrecen sus hogares a un estudiante pueden pertenecer a alguna de las innumerables religiones que existen. Por lo general, todas ellas saben que la norma en lo religioso es clara: respeto mutuo. Si la familia es de un credo distinto al tuyo, es posible que te inviten alguna vez a que les acompañes a su iglesia, cosa que puede ser muy interesante como parte del intercambio cultural.
10. Mascotas
Fuera de España es muy habitual que las familias tengan perros, gatos, pájaros, peces, hámsteres, conejos, u otros animales domésticos. La probabilidad de que una familia anfitriona tenga alguna mascota, o varias, es muy alta. Esto puede ser molesto para quienes no estén acostumbrados a convivir con animales, pero como la situación no tiene remedio, más vale asumir y aceptar esa esta circunstancia.
Si bien cada caso es diferente y, al igual que sucede en España, cada familia es un mundo, teniendo una actitud abierta, comprensiva y siguiendo estos pequeños consejos el proceso de adaptación con tu nueva familia será más sencillo; tanto si tu estancia es durante un curso de verano, un programa de año académico, un curso para adultos o una experiencia au pair.
