¡Noticias frescas desde Chicago! Donde nuestra monitora del programa de Inmersión en Chicago, Rocío, nos cuenta cómo ha sido la llegada de su grupo a destino y, lo más importante, el reencuentro con las familias anfitrionas que acogerán a los estudiantes en sus casas durante las próximas semanas:
Ya ha pasado una semana desde que aterrizamos, una semana intensa de muchas experiencias y toma de contacto con este maravilloso país.
Algo más repuestos del jetlag, nos organizaron la gran fiesta de bienvenida. Estaba previsto que nos reuniésemos todos los estudiantes españoles con algún miembro de la familia para conocernos todos un poco mejor, pero al final lo que iba a ser una reunión festiva, pasó a ser una fiesta en toda regla. Vinieron las familias al completo, y disfrutamos de la hospitalidad y sentido de comunidad que tienen los estadounidenses.
Al aumentar el número de invitados, tuvimos que cambiar la localización de la fiesta a una de las casas más grandes que hemos visto aquí. Todos quedamos impresionados con los artilugios y tecnología que tenían, todo un sótano lleno de maquetas de trenes, (tengo que decir que con ese fondo tenemos los mejores selfies de la historia) además una sala de cine, entre otras maravillas. La casa también está situada junto a un lago, un entorno de lo más bonito para iniciar nuestra aventura juntos.
Qué mejor manera de dar la bienvenida a un grupo de estudiantes españoles que con una cena típica de fiesta estadounidense, ensaladas con todos los aderezos que se pueda imaginar, pizzas, pizzas y más pizzas, refrescos de todo tipo, (también había agua para los mas sanotes) y de postre, toneladas de fruta, cupcakes y lo mejor de todo, brownies y cookies caseras ¡Toda una delicia! Nada reconforta más y une que una buena conversación en una mesa bien puesta.
La fiesta fue todo un éxito, tuvimos tiempo de conocernos y darnos a conocer un poquito mejor, de crear y estrechar lazos y de sentar las bases de lo que estoy segura van a ser amistades para toda la vida.
Y aunque no siempre nos gusta, todo lo bueno termina, la fiesta está a punto de terminar, ya hemos acabado con toda la comida, apenas quedan refrescos, pero lo que si nos quedan son fuerzas y ganas para jugar un partido de vóley-playa a los pies del lago. Equipos mixtos de estadounidenses y españoles, que para ser la primera vez que jugamos, estamos muy bien coordinados. Un final perfecto para un día perfecto (además de muy conveniente para bajar toda la comida).
¡Hasta prontito!