Hola a todos. La monitora del programa de Inmersión familiar en Mineápolis nos ha enviado el último update del programa. En él nos cuenta lo que hicieron en sus últimos días allí y la emotiva despedida de los chicos con sus familias y sus compañeros de viaje:
Hola familias!
¡Parece mentira que haya pasado un mes desde que aterrizamos en Mineápolis! Ya estamos todos en casa y la verdad es que nuestra última semana en Mineápolis ha sido espectacular.
El jueves pasamos el día entero en Valleyfair, el parque de atracciones de Mineápolis. Nuestros chicos se lo pasaron bomba junto a algunos hermanos y padres anfitriones que no dudaron en apuntarse a una de las actividades más divertidas y emocionantes de nuestro programa. Lo pasamos genial (y también pasamos mucho miedo, todo sea dicho) en las diferentes atracciones y montañas rusas de Minnesota que nada tienen que envidiar a los parques de atracciones más famosos de España. Pero también tuvimos tiempo de relajarnos en su Aquapark y de mover el esqueleto en uno de los conciertos que se celebró dentro del recinto durante nuestro paso por Valleyfair.
Para cerrar la primera edición de nuestro programa de inmersión familiar en Mineápolis, el domingo fuimos invitados a la fiesta hawaiana celebrada en casa de una de nuestras dos coordinadoras norteamericanas. Como era de esperar de nuestras ‘host families’ y chicos de Aston Herencia, que se han implicado desde el primer día, todos pusimos nuestro granito de arena trayendo comida casera y dulces típicos de la zona. La guinda del pastel fue poco antes de dar por concluida nuestra fiesta de despedida, cuando cada uno de nuestros estudiantes recibió una carta escrita por su familia y un premio. Nuestros chicos también les entregaron a nuestras coordinadoras unos pequeños detalles como muestra de agradecimiento por su trabajo, apoyo y esfuerzo previo al programa y durante el mismo.
El momento más triste y emotivo llegó el martes cuando nuestros alumnos tuvieron que despedirse de sus familias entre lágrimas y abrazos. En nuestro primer vuelo hacia Chicago O’Hare, la tripulación de American Airlines tuvo la amabilidad de dejarnos entrar en la cabina de los pilotos para calmar nuestros nervios. Una vez aterrizados en la Ciudad de los Vientos, nuestros estudiantes aprovecharon para firmarse las camisetas de Aston Herencia y así dejar constancia de una experiencia que jamás olvidarán. Aunque la mayoría de ellos fue recibido por sus padres en el aeropuerto de Barajas, tuvimos que hacer alguna conexión a Barcelona y Málaga, momento en el que coincidimos con algunas alumnas que regresaban del programa de Nueva York y que aprovechamos para compartir nuestras experiencias y fotografías entre cafés helados de Starbucks.
¡Este ha sido un verano increíble, chicos! Gracias por cada momento, las risas que nos hemos echado juntos e incluso las bromas durante las visitas a los centros médicos. Espero que disfrutéis en casa de lo que os queda de verano, sigáis practicando el inglés que tanto habéis mejorado en las últimas cuatro semanas y que nos veamos muy pronto en otro de nuestros programas en el extranjero. Agur!