Este es un update un tanto especial, porque nuestros participantes de Inmersión en Oregón ya están en sus casas, pero su monitora Noemí ha querido compartir con todos vosotros un último diario. Así han sido las últimas horas de los chic@s en Estados Unidos ¡Feliz regreso!
¡Hola familias!
Lo prometido es deuda así que aquí estoy, por última vez, poniéndoos al tanto de las últimas novedades de Oregón. La verdad que no pudimos tener un fin de programa mejor. Para empezar, tuvimos Farewell party con las familias para despedirnos. Nos juntamos todos en el Garfield Park, donde cada uno llevó comida para compartir con los demás, jugamos al baloncesto, al fútbol y al vóley y, en general, estuvimos recordando todos los buenos momentos que vivimos durante este mes.
El día siguiente, llegó el momento más temido: la despedida.
A eso de las 9.30 de la mañana todas las familias nos llevaron al punto de encuentro de donde partiríamos. Fue un momento muy emotivo y lleno de promesas de reencuentro. Con esa sensación un tanto extraña, comenzamos nuestro camino en la carretera hasta Eugene, donde pasaríamos las siguientes dos noches de acampada (la primera de ellas acompañados por un grupo de franceses). Fue durante esos días cuando hicimos la tan esperada actividad de Rafting en el McKenzie River, visitamos Proxy Fall, Clear Lake, hicimos barbacoas y murshmellows y, como broche final, ayer sábado, nos fuimos hasta Portland, parando antes en un outlet inmenso que hay (no porque quisiésemos comprar nada, sino para estirar las piernas jeje).
Una vez allí y tras dejar las cosas en el hotel, nos fuimos a ver la cascada más famosa y fotografiada de todo Oregón, Multnomah Fall. Seguro que la reconoceréis en las fotos por ese puente blanco tan famoso que la atraviesa. Pero la cosa no acaba aquí, ¡no!, aún tuvimos tiempo de ir hasta Downtown Portland para comer donuts de una tienda híper conocida aquí (los tenían hasta con bacon, con eso os lo digo todo! Jajaja), visitar la tienda de libros más grande de la mitad oeste de EE.UU., el parque más pequeño del mundo y pasear un poquito por sus calles antes de que cayese la noche.
Nada más llegar al hotel nos estaban esperando unas deliciosas pizzas para recuperar fuerzas después del día tan ajetreado que tuvimos. Y sin más, aquí estamos ahora, exactamente en el aeropuerto de Newark (perteneciente al estado de Nueva York) tras haber cogido ya el vuelo de Portland y a la espera de coger el vuelo que nos llevará a Madrid en unas horas.
Esto ha sido todas familias, a partir de ahora ya serán vuestros hijos quienes os cuenten todo con detalle. Me consta que llevan mil y una anécdotas sobre esta aventura.
¡Disfrutad mucho del verano y ojalá volvamos a coincidir pronto! Os dejamos más fotografías de la última semana. Un abrazo.
Y ahora sí, ponemos punto y final a esta maravillosa aventura americana ¡Gracias a todos nuestros participantes del programa! ¡Nos vemos el año que viene!