Y sin apenas darnos cuenta ya estamos en la tercera semana de nuestro grupo de Inmersión en Vancouver, que ya está totalmente inmerso en su país de destino, pasándolo grande entre excursión y excursión. Nos lo cuenta en detalle su monitora, Ana Isabel ¡No te lo pierdas!
Esta ha sido una semana intensa cargada de emociones fuertes y de adreladina tras nuestra visita al parque de atracciones, en la que no hemos parado de seguir disfrutando rincones interesantes de la ciudad de Vancouver.
El miércoles nos fuimos de excursión a Granville Island en donde un polígono industrial se ha reconvertido en un centro turístico en el que no falta la comida, un mercado en el que puedes encontrar casi de todo (nos faltó la tortilla de patata) y hasta un parque acuático para refrescarte y refugiarte de las altas temperaturas. Entramos en una tienda que elaboraba escobas artesanales al estilo de Harry Potter pero no conseguimos comprar ninguna capaz de volar aunque algunos la pidieron. Cuentan también con galerías de arte y una de ellas con una magnífica representación de arte aborigen. Compramos unos pasteles deliciosos y algún que otro souvenir original.
El jueves tuvimos una barbacoa nocturna en la que comimos hamburguesa y perritos calientes con unas vistas espectaculares a la playa de Second Bay. Fuimos andando hasta Stanley Park, cuatro veces, más grande que Central Park de Nueva York. Este parque alberga un montón de rincones para explorar, flores exóticas y secuoyas que casi no se alcanzan a ver. Una isla de paz adosada a la ciudad de Vancouver. Tras la comilona los chicos se pusieron a jugar con la pelota y estuvieron compitiendo y bailando con otros jóvenes de diferentes naciones. Como no llevábamos bañador y nos gustó tanto la playa decidimos volver y el domingo pasamos la tarde disfrutando del buen tiempo.
El viernes, nos tocó parque de multiaventuras en donde pudimos comprobar lo valientes y ágiles que son nuestros chicos. Pasaron entre troncos y ruedas colgantes y después treparon hasta lo más alto del bosque. Sin lugar a dudas Lucas, nos dejó sorprendidos con su habilidad para llegar a lo más alto en menos de un minuto. Parecía una tarea fácil ya que fue de los primeros en intentarlo, pero rápidamente, pudimos comprobar que se necesitaba de altura y de agilidad. Después nos quedamos descubriendo los alrededores y nos fuimos a Spirit Park, famoso por sus rutas de senderismo. A pesar del calor nos refugiamos en su bosque ya que la altura de sus árboles nos proporcionaba una temperatura agradable.
Por fin llegó el sábado el día tan esperado por todos porque nos íbamos al parque de atracciones!!! Playland superó nuestras expectativas con creces. Los chicos comenzaron fuerte lanzándose por la montaña rusa más grande pero fueron descubriendo nuevas atracciones en las que seguir sintiendo el subidón de adrenalina. Me costó sacarles de allí pero puedo confirmar que lo disfrutaron muchísimo. Trabajamos en equipo para conseguir entre todos un disco volador y un nuevo juego de cartas para amenizar los ratos libres. Algunos probaron suerte con las máquinas, mientras otros demostraron su habilidad metiendo canastas o pelotas.
Pero si esto no fuese poco, el domingo, en nuestro free day, fuimos a hacer una ruta de senderismo a Deep Cove desde cuya gigantesca piedra se ven unas vistas inigualables de toda la ciudad y de las montañas que rodean Vancouver junto con el lago en el que se practican toda serie de deportes acuáticos. La ruta incluía numerosos escalones pero tras una hora alcanzamos la cima y realizamos unas fantásticas fotos. ¡Disfrutad de las vistas!
Como premio, nos fuimos luego a la playa a darnos un buen chapuzón y a relajarnos tras la caminata. Ha sido una semana inigualable.
