La pregunta es muy habitual: ¿cuándo es más conveniente que mi hijo/a se vaya a estudiar un programa académico al extranjero?
Si quieres saber cuando es la mejor edad para estudiar en el extranjero, decirte que la respuesta es fácil: cuánto más joven mejor. Entre los principales beneficios de empezar a estudiar fuera a una edad temprana, destacamos:
- El idioma se asimila, se pronuncia y se habla antes y mejor.
- La adaptabilidad del alumno y su voluntad por participar ayudan mucho.
- Al regreso a su país natal, el choque cultural es menor y, por lo tanto, es más fácil su reintegración al entorno anterior.
Al mismo tiempo, si el alumno es mayor dispondrá de otras ventajas. La más importante tiene que ver con su madurez:
- Capacidad para sacar el máximo rendimiento y partido posible a su experiencia en el extranjero.
¿Cómo escojo la opción más adecuada para mi hijo?
Es muy importante que la elección final del programa se haga siempre según las necesidades y características específicas de cada participante. Destacamos los siguientes aspectos generales:
La duración del programa: ciclo, trimestre o año académico
Dependerá del momento en el que se decida cursar el programa académico y el objetivo que se persiga con el mismo.
El tipo de destino
A los estudiantes más jóvenes les recomendamos países próximos y con un sistema escolar más similar al español (es el caso de Irlanda y Reino Unido). Por una lado, existen determinados programas en los que hay una limitación de edad y, por otro, programas que requieren de una mayor madurez por parte del alumno, como los de convivencia familiar en Estados Unidos y Canadá.
El tipo de colegio
Estudiar en un colegio público supone estudiar en un centro subvencionado por el gobierno del país de destino. En algunos países como EE.UU., estos centros resultan los idóneos a la hora de involucrar a los estudiantes en la vida social de la comunidad. Un colegio privado es la mejor opción para los que quieren un tipo concreto de educación, para quienes buscan un determinado destino o para quienes requieren cubrir unas necesidades académicas o unas actividades extracurriculares específicas.
El tipo de alojamiento
Alojarse en familia supone una inmersión total en la cultura y el estilo de vida de un país, lo que convierte a este programa en la mejor opción para aquellos estudiantes que quieran participar de lleno en los hábitos de sus anfitriones locales. Por su parte, el alojamiento en internado se caracteriza por ofrecer excelentes equipamientos e instalaciones, lo que garantiza a sus estudiantes la máxima comodidad en un entorno que invita al estudio. Sus horarios, perfectamente establecidos, permiten alcanzar el máximo rendimiento en los diferentes ámbitos. A ello se suma la importancia del orden, tanto en relación a los espacios como al estilo de vida (hábitos alimentarios, práctica del deporte, de actividades artísticas, etc.).
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