¡Hola familias! Como sabéis, nuestros chicos y chicas del programa de Verano en Los Ángeles 2 ya están de vuelta en casa con mil aventuras que contar. Su monitora Lucía nos hace un resumen a continuación de esta última semana y de todas las actividades que han hecho para darle el broche final a esta fantástica experiencia, ¡no te lo pierdas!
¡Hola a todos!
¡Llegamos a la tercera y última semana de nuestra inolvidable inmersión familiar en Los Ángeles! Hemos vivido experiencias emocionantes y llenas de diversión en esta fascinante ciudad. En esta etapa final, hemos disfrutado de aventuras increíbles y hemos estrechado lazos con nuevos amigos de diferentes partes del mundo. ¡Vamos a descubrir todo lo que hemos experimentado durante esta última semana!
La emoción flotaba en el aire cuando visitamos Universal Studios Hollywood, el famoso parque temático donde la magia del cine cobra vida. Montamos en emocionantes montañas rusas como «The Mummy» ¡Que iba hacia atrás!
Nos convertimos en conductores de videojuego en, «Mario Kart«, visitamos el colegio de magia y hechicería «Hogwarts«, nos mojamos frente a un megalodon gigante y huimos del T-Rex en «Jurassic Park» y visitamos el famoso Springfield, la ciudad de «Los Simpson«, dejando volar nuestra imaginación y convirtiéndonos en los protagonistas de algunas de nuestras películas favoritas.
Además, pudimos disfrutar de un inolvidable tour por los estudios de Hollywood Universal, los más grandes del mundo, donde descubrimos los secretos que se esconden detrás de las cámaras y cómo se crean las películas que tanto amamos. Al final del día, compramos regalos para llevar a casa y algunos disfrutamos de deliciosa pizza y comida típica del parque, o incluso de la famosa «cerveza de mantequilla» de Harry Potter, cerrando con broche de oro esta experiencia cinematográfica.
En otra emocionante excursión zarpamos en un barco para avistar ballenas y delfines en Newport Balboa Beach. La naturaleza nos regaló momentos inolvidables, con avistamientos de un imponente pez mola mola, que al principio pensamos que era un tiburón gigante, una manada de juguetones delfines que nadaron junto al barco y una colonia de leones marinos graciosos. Por desgracia, no vimos ninguna ballena, ¡pero nos encantaron los delfines!
Después de la emocionante travesía en el mar no nos lo pensamos demasiado y nos sumergimos en las aguas del Pacífico, divirtiéndonos como nunca con las enormes olas, hechas para surferos, perfectas para disfrutar y reír a carcajadas.
La tarde continuó con una visita a un estadio de béisbol gigante para presenciar un partido entre los Angels y los Mariners de Seattle.
A pesar de la derrota, no dejamos de cantar, bailar y disfrutar de unos nachos deliciosos preparados al más puro estilo mexicano (¡puesto que estamos pegaditos al país de los tacos!). De vuelta a casa, la diversión continuó en el autobús, donde montamos una pequeña discoteca improvisada con nuestros nuevos amigos de Francia.
Una fiesta en la playa ha sido la manera perfecta de cerrar esta inolvidable experiencia. Comimos auténtica pizza y alitas de pollo al estilo americano (buffalo wings, las llaman), junto con los famosos «smores«, una delicia de nubes de chuchería derretidas en una hoguera y acompañadas de chocolate y galletas.
El ambiente se llenó de alegría y diversión con un improvisado partido de béisbol en la playa, estrechando aún más los lazos con nuestros nuevos amigos de Francia, Japón e Italia. Las risas, las sonrisas y abrazos se entrelazaron en esta inolvidable despedida.
La experiencia llega a su fin este lunes, cuando abordaremos el avión de regreso a España. Hemos pasado tres semanas inolvidables llenas de momentos maravillosos y aprendizajes que atesoraremos por siempre. La inmersión familiar en Los Ángeles ha sido una oportunidad única para crecer, aprender y compartir con familias amables y acogedoras. Nos hemos sumergido en la cultura y el encanto de esta fascinante ciudad, creando recuerdos que durarán toda la vida.
Agradecemos a nuestras host families que nos hayan abierto sus hogares y sus corazones, y a todos los participantes por hacer de esta experiencia una vivencia inolvidable. Los lazos formados entre las familias y los amigos de diferentes países han trascendido las fronteras y, estamos seguros, perdurarán en el tiempo.
Nos despedimos de Los Ángeles con gratitud y alegría, llevándonos en el corazón la magia de esta ciudad y la belleza de la diversidad.
¡Hasta pronto, Los Ángeles, y gracias por esta experiencia de ensueño!
Lucía