¡Hello desde Mooland! Nuestros participantes han pasado su primera semana en tierras inglesas y se lo están pasando de maravilla. La adaptación no está siendo un problema y nuestr@s chic@s están haciendo amigos de todos los países. ¡Vaya nivel de inglés! Nuestra monitora, Laura, nos ha mandando las primeras noticias para que las leáis todo lo que están haciendo los estudiantes:
¡Buenos días!
Lo primero de todo, quería agradecer tanto a todos los padres como a Aston Herencia, la confianza depositada en mí y el haberme dado la oportunidad de disfrutar de esta experiencia acompañada de un grupo tan increíble. A pesar de tratarse de un grupo formado por chicos de edades muy diversas (entre 11 y 15 años) no tardaron en llevarse bien, y el clima de grupo e integración que tienen entre ellos es realmente bueno.
Al llegar a Moorland Hall, lo primero que pudimos observar fueron las espectaculares vistas. La mansión está situada en el corazón de la reserva natural, lo cual permite que las instalaciones deportivas que la rodean y todos aquellos lugares en los que se realizan las actividades se encuentren en plena naturaleza. El interior de la casa está muy bien organizado.
Tras instalarnos en Moorland, comenzamos a conocer a las personas que trabajan aquí. El staff se caracteriza por su amabilidad y la entrega a su trabajo, pero sin duda lo más importante es el ambiente familiar que tratan de transmitir fomentando en todo momento la interacción entre las personas de diferentes nacionalidades, lo cual hace que los niños tengan que hacer uso del inglés de manera continuada, siempre utilizando una manera divertida para llevarlo a cabo.
Las clases se desarrollan a lo largo de los días en horario de mañana o de tarde. El primer día por la mañana, todos los alumnos realizaron una prueba de nivel, tras la cual los profesores decidieron dividir a los chicos en 4 grupos diferentes para favorecer el aprendizaje de cada uno de acuerdo con su nivel actual.
La comida es otro punto importante que nos ha sorprendido gratamente, ya que es casera y muy variada, además de abundante. Los platos principales aparecen siempre acompañados por diversos alimentos, normalmente ensalada o verduras. ¡Todos están comiendo fenomenal!
Finalmente, a pesar de que solo han pasado tres días, me siento muy agradecida por los chicos y chicas a los que estoy acompañando. No solo han encajado muy bien entre ellos, sino que además se han integrado realmente bien con las personas de distintos países (austriacos, franceses, alemanes, suizos, ingleses e italianos), hasta el punto de que los propios monitores de Moorland lo han destacado. Además, están siendo muy participativos en todas las actividades que se realizan.
Muchas gracias por la confianza, seguimos en contacto.