¡La aventura sigue en marcha! Tras una primera semana llena de primeras veces y emociones, nuestros estudiantes ya han completado su segunda semana en Charlotte, y poco a poco van sintiéndose como en casa.
Queremos compartir con vosotros este nuevo update semanal, escrito también por nuestra monitora, Ana Moreno, que acompaña al grupo en cada paso del camino. En sus palabras descubriréis cómo, después de la emoción inicial, han llegado los días de mayor confianza, nuevas rutinas y experiencias aún más enriquecedoras: desde las clases en el instituto, pasando por excursiones culturales, hasta actividades en familia que les hacen integrarse cada vez más en la vida americana.
Ha sido una semana de afianzar amistades, de superar pequeños retos y de disfrutar momentos únicos que consolidan esta aventura. Cada día suma aprendizajes y recuerdos que, sin duda, se quedarán grabados para siempre.
La segunda semana de nuestra aventura en Estados Unidos ha sido realmente especial. Poco a poco los chicos van dejando atrás la timidez y la inseguridad de los primeros días para ganar confianza, disfrutar con naturalidad de su entorno y vivir cada experiencia con entusiasmo. La convivencia con las familias anfitrionas se está volviendo aún más cercana: la calidez, la dedicación y la generosidad con las que nos han recibido son dignas de admirar. Nos sentimos cuidados y parte de la familia. Aunque la actividad grupal prevista para esta semana se canceló, todos hemos estado súper entretenidos: entre el high school, los planes familiares y las actividades con todos los amigos que estamos haciendo, los días pasan volando y están repletos de anécdotas inolvidables.
Martes 9 de septiembre
La jornada comenzó como de costumbre en el high school, donde los estudiantes siguieron inmersos en el aprendizaje y la interacción con sus compañeros estadounidenses. Julia Martínez destacó en la asignatura de Yearbook, participando activamente en la creación de una portada que podría ser seleccionada para el anuario final. Martina asistió a clases de Biología y Criminal Justice, y ha estado disfrutando de la dinámica académica. Candela repasó para un examen de Matemáticas, asistió a Historia y Bible Study y durante “subject support” se divirtió jugando a los dardos con sus compañeros, mostrando cómo las actividades escolares también fomentan la integración y el entretenimiento. Clemente presentó su video de francés y quedó especialmente satisfecho al cenar barbacoa, un plato típico de la zona, antes de asistir a un partido de béisbol donde incluso pudo llevarse una pelota que cogió como recuerdo. Inés Arévalo y Santos también asistieron a partidos de béisbol, disfrutando del ambiente deportivo y del compañerismo.
Por la tarde, la vida extracurricular se convirtió en el centro de la jornada. Julia Rueda estuvo en la piscina. Elvira visitó un arcade, compartiendo un rato de ocio con su familia anfitriona, que incluía al abuelo y a su hermana, y posteriormente cenaron en un restaurante mexicano, cerrando la noche con una película. Rita, ya recuperada de una fiebre pudo disfrutar de su primer partido de vóleibol estadounidense junto a su host sister y otras dos estudiantes de intercambio, celebrando las victorias de los equipos locales y compartiendo después momentos tranquilos en casa con su host mom y host sister. Elsa, por su parte, combinó tiempo en el instituto con momentos familiares; jugó a cartas con uno de sus host brothers y acompañó a su host sister a la clase de piano, donde recibió la invitación para participar en una audición el sábado.
Julieta, Martina y otros alumnos asistieron también a partidos de vóleibol, integrándose en la atmósfera deportiva del high school y observando con interés los encuentros de distintos equipos. Inés Ochera, tras regresar del instituto, disfrutó jugando al fútbol y viendo series, y más tarde asistió a un partido de béisbol, completando un día lleno de deporte y entretenimiento. Julia Martínez, además de su asignatura de Yearbook, exploró un supermercado local, capturando la singularidad de los pasillos y los productos, y cenó un chili casero que le encantó. Inés Arévalo vivió una experiencia muy estadounidense al ir de compras a varias tiendas como Walmart, Ulta, Dollar Tree y Sephora, cenando después en Chick-fil-A y haciendo una parada en un lago cercano, mientras Candela también combinó deportes, compras y conversación con su host mother y cuñada.
En conjunto, el martes fue un día donde los estudiantes combinaron aprendizaje académico, integración cultural y actividades de ocio, disfrutando tanto de las rutinas del high school como de la calidez de sus familias anfitrionas, en un ambiente que fomentó la curiosidad, la interacción social y el disfrute de experiencias nuevas y auténticamente estadounidenses.
Miércoles 10 de septiembre
El miércoles estuvo lleno de variedad y de experiencias escolares y extracurriculares significativas para los alumnos.
Ana tuvo una mañana de clases interesantes en el instituto y, al regresar, una de las host mothers la llevó a un centro comercial. Ana disfrutó del paseo, de la cena fuera y terminó el día viendo una serie en casa con su familia anfitriona.
Julia Martínez destacó su triple encestado durante el recreo jugando al baloncesto, participó en el Chapel del instituto y, al llegar a casa, jugó con la niña y luego cenó en Wendy’s.
Inés Arévalo y Julieta aprovecharon la tarde para ir de compras en varias tiendas típicas americanas, incluyendo Walmart, Ulta, Dollar Tree y Sephora. Cenaron en Chick-fil-A y, de regreso a casa, hicieron una parada junto a un lago.
Elsa pasó la mañana en el instituto al igual que Julia Rueda y, por la tarde, disfrutó de un parque con sus host brothers, corrió con su host sister y amigas durante el entrenamiento, y en casa jugó a un juego de mesa con los más pequeños. Además, mostró sus creaciones artísticas en batik y un mandala pintado en la connection room del instituto. Julia Rueda también pasó la tarde jugando con sus host sister.
Martina tuvo un día muy completo: clases de inglés con lectura sobre literatura dramática, matemáticas con dos tests (obteniendo un 8 y un 8,5), la enseñaron a preparar oatmeal, comió en casa, llamada a su familia y, por la tarde, bolos y arcade.
Candela vivió un día “especial” por el Chapel, con cuatro clases de media hora y un examen de matemáticas. Comió con un grupo de alumnos de diferentes edades, jugó al baloncesto, participó en juegos y rezos en la iglesia, y por la tarde preparó galletas con su host mother.
Santos visitó el Whitewater Center con Sarah y luego disfrutó de una cena con amigos de la familia.
Rita, ya recuperada de la fiebre, asistió al high school, participó en un voluntariado con su host sister y luego fue a Walmart por primera vez. Finalizó la jornada cenando con su host family.
Elvira tuvo un día muy completo: asistió a Bible Study, clases de historia y biología, matemáticas con deberes asignados, y por la tarde la llevaron de compras y a una cena organizada por la iglesia. Destacó la atención de su “buddy” en el instituto y lo cómoda y querida que se sintió con su host family.
Inés Ochera pasó la mañana en el instituto y la tarde de compras. Disfrutó de poder participar en actividades y partidos del instituto, apreciando la flexibilidad en las asignaturas y la amabilidad de los compañeros.
Jueves 11 de septiembre
Clemente vivió un día peculiar en el colegio, pensando inicialmente que habría algún tipo de memorial por las víctimas del 11-S, aunque la mañana se centró en un intenso debate en clase de gobierno sobre la muerte de Charlie Kirk, un momento de reflexión profunda. Por la tarde, asistió a un partido de voleibol femenino y a uno de fútbol masculino en su instituto.
Rita recordó el 24.º aniversario de los atentados del 11 de septiembre, por lo que en clase de Biología vieron un video conmemorativo. Durante la mañana también disfrutó de un paseo por el bosque que rodea el instituto, actividad habitual. Por la tarde celebró el cumpleaños de su host dad, comiendo en un restaurante asiático, y luego cenó en un pueblecito llamado Baxter, probando un helado en un ambiente muy acogedor y típico americano.
Martina tuvo un día muy completo: por la mañana asistió a Biología, donde pasearon por el bosque del instituto, y luego a Criminal Justice, aprendiendo sobre la historia de los criminales en Estados Unidos. Durante la hora libre conoció a mucha gente y probó pop tarts y toaster strudel. Almorzó con su host mum y por la tarde disfrutó de un partido de voleibol con su host sister y dos estudiantes españolas que viven en Charlotte, pasando un rato genial.
Ana asistió a clases muy interesantes por la mañana, incluyendo laboratorio y una sesión de reflexión. Por la tarde, regresó a casa, cenó con su familia anfitriona y terminó el día viendo una película, disfrutando de un ambiente familiar y relajado. Julia Rueda en cambio pasó la mañana y la tarde en el instituto. Entrenó en tenis y tuvo un partido de voleibol y de fútbol.
Elsa comenzó la mañana probando los clásicos desayunos americanos, pop tarts y toaster strudel, en la connection room. Durante la biología paseó por el bosque cercano al instituto. Por la tarde compartió tiempo con su host sister y host brothers, jugó a un juego de mesa y salió a correr con su host sister y el perro.
Inés Ochera se sintió muy integrada en el instituto, conversando con sus compañeros y guiada por su buddy. Por la tarde, fue de compras con su familia anfitriona y cenó una hamburguesa.
Julieta experimentó un día escolar especial, ya que las clases fueron más cortas por el chapel, donde reflexionaron sobre religión y también recibieron instrucciones para un simulacro de lockdown que se realizará la semana siguiente. Por la tarde, acompañó a Clemente, Santos, Julia y Elvira a ver un partido de voleibol y otro de soccer en el instituto.
Julia Martínez participó en la clase de español creando una canción para las conjugaciones, jugó al baloncesto durante la mañana y por la tarde asistió a la iglesia a una charla sobre salud mental.
Elvira recordó la conmemoración del 9/11 en el high school, escuchando las experiencias personales de algunos profesores y reflexionando sobre el impacto de los atentados. En Biología realizó un experimento y se sintió incluida completamente en la dinámica de clase. Por la tarde, asistió a un taller en la biblioteca municipal y luego disfrutó del ambiente de un partido de voleibol.
Santos asistió a la Chapel por la mañana y, por la tarde, acompañó al grupo a ver un partido de voleibol en Gaston.
Viernes 12 de septiembre
El viernes estuvo marcado por una mezcla de rutinas escolares, celebraciones especiales y experiencias muy americanas que los estudiantes disfrutaron y compartieron con entusiasmo.
En el High School , varios coincidieron en que las clases resultaron algo repetitivas o tranquilas, aunque también hubo momentos destacados. Clemente notó lo monótono que puede ser tener siempre el mismo horario, mientras que Julia Martínez sintió que las clases habían sido algo aburridas. Candela, en cambio, disfrutó del ambiente relajado: repasó matemáticas, aunque ella y Julia no hicieron el examen de literatura, y en la clase de Biblia trabajaron en presentaciones por equipos. Más tarde, en Yearbook y arte, se divirtieron diseñando y creando. Inés Ochera pasó la mañana haciendo exámenes que le resultaron fáciles, y Ana probó una nueva asignatura, alemán, que le pareció especialmente divertida. Elsa, por su parte, destacó la peculiaridad de que ese día en el instituto solo tuvieron una clase porque muchos compañeros estaban haciéndose las fotos del carnet y de graduación; incluso había ropa y birretes disponibles para posar.
Las actividades de la tarde estuvieron llenas de dinamismo y variedad. Elsa vivió una jornada muy completa: comió en Model A con su host mum y su host brother, fue a la playa a bañarse, después a Walmart a comprar ingredientes para preparar tortilla, y se preparó para un partido con temática patriótica (azul, rojo y blanco). Allí disfrutó de todo el ambiente: cheerleaders, banda de música, animadores con banderas y estudiantes con el cuerpo pintado. Julia Martínez se sorprendió al visitar una farmacia con drive-thru, cenó comida mexicana y terminó el día viendo una película con su familia.
Otros estudiantes compartieron planes muy sociales. Varios se reunieron en casa de Inés Ochera para celebrar el cumpleaños de su host brother. Clemente contó cómo la fiesta se convirtió en una gran celebración con piscina, pizza, sevillanas y TikTok. Ana lo describió como un planazo lleno de risas, piscina y pizza; Martina recordó que antes de la celebración había ido con Rita a un centro comercial, comido en un restaurante italiano y luego llamado a su familia, antes de sumarse a la fiesta en casa de Inés. Julia Rueda también asistió. Allí no faltaron los bailes y la buena convivencia. Inés Ochera también estuvo en esta sorpresa para su host brother, disfrutando de la piscina y de la cena. Inés Arévalo, además, contó que ese día la profesora de español les pidió ayuda en su clase, donde enseñaron a bailar sevillanas a los alumnos americanos, algo que fue muy divertido antes de unirse al cumpleaños.
El día tuvo también momentos de transición. Julieta y Elvira partieron hacia Washington, D. C., donde pasarían el fin de semana. Julieta destacó que en sus clases de francés y español había puesto canciones y bailado sevillanas para enseñar a los estudiantes locales. Elvira mencionó que en el high school fue un día normal y que le gustó ver Virginia y Washington DC iluminados durante el trayecto nocturno, aunque pasó gran parte del camino dormida.
En resumen, el viernes combinó rutinas escolares con actividades que fortalecieron la integración cultural: desde probar nuevas asignaturas, enseñar bailes típicos españoles y sumarse a celebraciones familiares, hasta vivir el ambiente único de un partido americano o iniciar un viaje hacia la capital del país.
Sábado 13 de septiembre
El sábado estuvo cargado de planes muy distintos y variados, que reflejaron la riqueza de experiencias que cada estudiante está viviendo con sus host families.
Clemente comenzó la jornada con una sorpresa deliciosa: Andrew le preparó waffles de arándanos para desayunar. Después, su host family lo llevó de road trip hasta Blowing Rock, un pequeño pueblo de montaña lleno de tiendas pintorescas a unas dos horas de distancia. Allí pasearon, entraron en varias tiendas y almorzaron en un pub mientras veían un partido de fútbol americano. El viaje de ida fue animado y entretenido, aunque en el regreso Clemente aprovechó para echarse su primera siesta en Estados Unidos. También Inés Arévalo vivió la experiencia de Blowing Rock, desayunando primero en Chick Fil A y después explorando la zona de montaña con su familia. Más tarde disfrutaron de una comida de barbacoa e hicieron paradas para admirar los paisajes, hasta llegar a una finca donde pasaron la noche en una caravana decorada al estilo del viejo oeste, lo que hizo que la experiencia fuera aún más especial.
Mientras tanto, otros estudiantes pasaron el día en Charlotte. Ana recorrió la ciudad con sus host parents, dando un paseo por sus calles, conociendo los estadios deportivos y disfrutando del buen tiempo. Contó que la ciudad le pareció preciosa y que luego completaron la jornada con una cena divertida en casa de la familia del host dad, donde la integración fue total. Rita, también en Charlotte, vivió un día muy especial al asistir al musical de Broadway Beetlejuice en el Blumenthal Arts Center, algo que la dejó impresionada por sus efectos y puesta en escena. Almorzaron sushi antes de la función y, al volver a Fort Mill, acompañó a su host sister a comprar un regalo; incluso le mostraron el barrio donde solían vivir y le contaron anécdotas de por qué se mudaron.
El día de Julia Martínez comenzó temprano, a las cinco de la mañana, porque tenía un evento de la iglesia en una ciudad a tres horas de Charlotte. Allí pasó el día rodeada de adolescentes, compartiendo risas y actividades. Más tarde visitaron un campo de girasoles, donde se hicieron muchas fotos, y terminaron cenando en Panera. Por su parte, Elsa tuvo un sábado más tranquilo en casa, viendo una serie con su host sister y asistiendo luego a la audición de piano, aunque finalmente no participó. Disfrutó escuchando a otros estudiantes y después compartió con su familia una película clásica de Laurel and Hardy. La velada terminó alrededor de una fogata con amigos, entre canciones, bailes y charlas, un ambiente cálido que la hizo sentir parte plena de la familia.
Martina pasó el día junto a su host sister y un grupo de amigas, con quienes disfrutó de una mañana divertida antes de salir por la tarde a un lugar con actividades de rafting y aventura. Cerró el día con una rica cena que completó la experiencia. Julia Rueda asistió a dos partidos de baloncesto al medio día y por la tarde, se relajó en la bolera jugando y comiendo pizza. Inés Ochera, por su lado, visitó una tienda que la impresionó mucho, dio una vuelta en coche por Charlotte y luego jugó al pickleball por la tarde, probando una actividad deportiva diferente. Candela, en cambio, vivió una experiencia curiosa en una mina de oro junto a otra estudiante de intercambio japonesa y su familia anfitriona. Pasaron la mañana intentando encontrar oro —sin éxito, aunque con muchas risas—, visitaron el museo y recorrieron la mina hasta llegar a un bosque. Más tarde fueron a Walmart y terminaron el día ayudando a preparar la cena en casa.
Otros estudiantes aprovecharon el día para hacer turismo en ciudades más lejanas. Elvira y Julieta, que estaban en Washington, disfrutaron de un recorrido completo con un autobús turístico que les permitió subir y bajar en distintos monumentos. Ambas mencionaron haber visitado el Capitolio, el Washington Monument, el Memorial a Lincoln, el Memorial a Martin Luther King y los homenajes a los soldados caídos en Corea y Vietnam. Elvira destacó especialmente la emoción de estar frente al Memorial de Vietnam, donde se encontró con un grupo de veteranos que recordaban a sus compañeros perdidos; fue un momento que la marcó profundamente. También pasaron por la Casa Blanca y varios museos, como el Spy Museum. Julieta contó que el ritmo fue intenso, con mucho que ver y poco tiempo, pero aún así pudieron disfrutar de una jornada llena de historia y cultura.
Santos vivió otro tipo de excursión, esta vez hacia la naturaleza: madrugó para visitar las Great Smoky Mountains, en la frontera entre Carolina del Norte y Tennessee. Lo hizo a bordo de una locomotora de vapor, lo que convirtió la experiencia en algo único. Después visitaron una reserva de indios cherokees, donde pudieron conocer más sobre su cultura y comprar souvenirs que se llevarán de recuerdo.
En definitiva, el sábado fue un día muy diverso: algunos viajaron hasta Washington o las Smoky Mountains, otros descubrieron pueblos de montaña como Blowing Rock o disfrutaron del ambiente urbano de Charlotte, y no faltaron los momentos en familia, de convivencia y de ocio compartido. Cada estudiante vivió una jornada intensa y diferente, pero todos coincidieron en que fue un día genial y lleno de experiencias memorables.
Domingo 14 de septiembre
El domingo fue un día cargado de experiencias diversas para todos los estudiantes, que se repartieron entre actividades culturales, espirituales y excursiones en familia.
En Washington, D.C., Julieta y Elvira tuvieron la oportunidad de visitar el Cementerio Nacional de Arlington, un lugar solemne y lleno de historia. Durante el recorrido, pasaron junto al Pentágono y ya en el cementerio pudieron presenciar la ceremonia en honor al soldado desconocido, realizada con gran solemnidad por militares uniformados. También visitaron tumbas emblemáticas como la de John F. Kennedy. Ambas coincidieron en que fue una experiencia agridulce: por un lado, la belleza del lugar y el respeto transmitido, y por otro, la tristeza de contemplar la magnitud de tantas vidas perdidas en distintas guerras. Tras la visita, regresaron en coche a Carolina del Norte, cerrando un fin de semana intenso en la capital estadounidense.
Por su parte, Elsa comenzó la jornada asistiendo a misa y Sunday School, donde incluso pudo presenciar un bautizo. Después, con su host family, subió una montaña desde la que se divisaba Charlotte en el horizonte, disfrutando de una caminata en plena naturaleza. A la vuelta, jugó un partido de tenis con su host sister, al que llegaron en bicicleta, lo que le recordó a escenas de película. La tarde continuó con juegos de mesa en familia, donde además salió ganadora, y como detalle especial le enseñaron las monedas estadounidenses y le regalaron algunas para que las guardara de recuerdo, gesto que la hizo sentirse muy querida e incluida en la familia.
En otro plan más tranquilo, Ana acompañó a su host mom a un mercadillo y a un centro comercial para comprar regalos. Después regresaron a casa a tiempo para cenar mientras veían un partido de fútbol, disfrutando de un domingo entretenido y relajado. Julia Rueda fue a misa en la mañana y por la tarde la pasó en la piscina y jugando.
Candela también inició el día con actividades religiosas, acudiendo primero a una clase juvenil antes de la misa, en la que sus amigas participaron como cantantes. Le resultó emocionante verlas tan nerviosas y a la vez tan bien preparadas. Por la tarde, junto con la estudiante japonesa de intercambio y su familia, visitaron una granja donde pudieron alimentar animales, jugar con perros y recorrer un camino en carro por la montaña. El día concluyó con cena en casa y un rato de televisión en familia.
En cuanto a Inés Arévalo, la mañana transcurrió en el camping donde había pasado la noche, para luego desayunar en McDonald’s y finalmente regresar a casa. La tarde estuvo marcada por un plan más casero viendo una película junto a su host family.
Julia Martínez, fiel a su rutina de los domingos, asistió a la iglesia y compartió tiempo con el grupo de “Youth”. Más tarde acompañó a su padre anfitrión a Subway, antes de regresar a casa a almorzar. Por la tarde asistieron a una ceremonia de las Girl Scouts en un parque de Charlotte, un entorno muy bonito y familiar. Luego volvieron directamente a la iglesia y al final del día se relajó en casa antes de dormir.
Clemente vivió un día especial al probar por primera vez los tradicionales biscuits en Bojangles, antes de asistir con la familia de Inés a misa católica. Le sorprendió descubrir que, salvo por el idioma, la celebración era idéntica a la de España. Más tarde pasó la tarde en casa de Inés, jugando al pickleball y refrescándose en la piscina.
Mientras tanto, Rita pasó el día en Greenville. Allí disfrutó de un paseo por un centro comercial, un almuerzo en la ciudad y una visita a Falls Park, un espacio natural con cascada y amplias zonas para caminar. Le sorprendió encontrar un paraje así dentro de una ciudad. También se detuvieron en una heladería de yogur helado, muy popular en Estados Unidos, con paredes cubiertas de firmas hechas con tiza. Ya de vuelta en casa, cenó y acompañó a su host mom a hacer la compra, donde la sorprendió gratamente ayudando con las bolsas, pues supuestamente no es algo muy habitual entre los adolescentes estadounidenses.
Finalmente, Inés Ochera compartió un domingo similar al de Clemente, asistiendo a misa y pasando la tarde entre juegos de pickleball, chapuzones en la piscina y terminando el día viendo la gala de los Premios Emmy en televisión.
En conjunto, el domingo reflejó la diversidad de experiencias que están viviendo los estudiantes: algunos con excursiones culturales e históricas, otros con actividades religiosas, familiares o deportivas, y todos disfrutando de la oportunidad de integrarse en la vida americana desde diferentes perspectivas.
Lunes 15 de septiembre
El lunes comenzó con una rutina escolar habitual, aunque marcada por algunas ausencias de profesoras que obligaron a los alumnos a adaptarse a cambios de clase. Julia Martínez relató que, debido a la falta de una profesora, se unió a otra clase, donde también recibieron la devolución del examen que habían realizado el martes anterior y pudieron jugar a balonmano. Por la tarde, tras llegar a casa, se prepararon para una cena elegante con la familia del padre que estuvo fantástica, había que cocinarlo todo en una cazuela que estaba en la mesa y el trato era maravilloso. El camarero le hizo un plato de chocolate que ponía ‘Welcome to America», se lo pasó genial
Clemente tuvo un día bastante productivo en el colegio, con clases de química y matemáticas que disfrutó especialmente. Después de la escuela, Andrew lo recogió, jugó un rato a baloncesto en el patio de la casa, se duchó y luego la familia salió a Charlotte, donde disfrutó de una increíble hamburguesa en Pinkis y pudo recorrer la ciudad. Julia Rueda asistió al instituto por la mañana y la tarde fue de juegos.
Martina vivió un lunes completo y entretenido: asistió a sus clases de inglés y matemáticas, en las que realizó exámenes con muy buenas calificaciones. Tras la jornada escolar, llamó a sus padres y luego disfrutó de un momento de cuidado personal haciéndose las uñas con su host mum y host sister. La tarde culminó con un partido de powder puff, que describe como una experiencia genial y divertida.
Elvira, por su parte, tuvo un día más relajado, dado que todos estaban aún recuperándose del intenso fin de semana. Pasó la tarde en casa jugando con los niños en la colchoneta y después se entretuvo jugando al Monopoly, disfrutando de un tiempo tranquilo en familia.
Candela comenzó el día acompañando a Julia al colegio y asistió a las clases normales, aunque la ausencia de su tutora obligó a cambios en la organización. Disfrutó especialmente de la clase de Cómics, en la que vieron dibujos animados antiguos, y de Educación Física, donde empezaron una nueva unidad de balonmano. Por la tarde, no se encontraba del todo bien, así que decidió quedarse en casa descansando.
Julieta tuvo un día escolar rutinario, con su horario habitual compuesto por psicología, francés, química, matemáticas, inglés, Biblia, lunch, comunicaciones y la última hora libre. Al regresar a casa, deshizo su maleta y, tras cenar comida china con la familia, pasó la tarde en el sofá charlando y compartiendo momentos con ellos. Inés Ochere tuvo un examen muy fácil hoy en el high school y luego hizo postres con su host sister y vieron una peli.
Rita tuvo una jornada intensa en el high school, con clases de inglés y geometría, en la que tuvo que realizar dos exámenes. Destacó la gran cantidad de pruebas que se realizan en cada clase. Por la tarde, su host sister la llevó a la heladería donde trabaja, luego su host mom la recogió y juntas fueron a un restaurante nuevo, donde disfrutó de porciones más moderadas. Posteriormente, visitaron Baxter Village para comprar souvenirs.
Ana disfrutó de una mañana tranquila en el instituto y por la tarde permaneció en casa realizando deberes. La jornada culminó con una hoguera familiar en la que prepararon s’mores, una experiencia que describen como genial y deliciosa.
Elsa tuvo un día marcado por la cancelación de todos los planes previstos. Tras el instituto, su host brother le mostró sus juguetes y luego fueron a comprar calabazas. Después hicieron un picnic en el parque y finalizaron la jornada viendo una película basada en España. Además, comenzaron a preparar la decoración de Halloween, con la intención de decorar las calabazas próximamente.
Mirando hacia la tercera semana
Con esta segunda semana terminada, podemos decir que los alumnos ya no son visitantes, sino que forman parte activa de la vida en Charlotte. Se han integrado en el instituto, en sus familias y en la cultura, creando recuerdos únicos y vínculos que crecen día a día. Ahora miramos hacia la tercera semana con ilusión: nuevas excursiones, más experiencias escolares y momentos entrañables con nuestras host families nos esperan. Estamos preparados para seguir sumando aventuras y aprendiendo de cada instante de esta experiencia tan especial.