¡La aventura sigue creciendo y llega a su recta final! Nuestros estudiantes han completado ya su tercera y última semana en Peoria, y cada día se han sentido más seguros y parte de esta experiencia.
Como nos cuenta nuestra monitor, Rocío Rojo, ha sido una semana de mayor confianza y autonomía: las clases en el instituto ya eran parte de la rutina, las excursiones culturales y actividades en familia les han acercado más a la vida americana, y las amistades se han afianzado con cada momento compartido.
Ha sido una etapa de crecimiento personal, de superar retos y de disfrutar nuevas tradiciones. Una última semana que cierra con recuerdos únicos y que sin duda quedará grabada para siempre en esta inolvidable aventura.
Miércoles 17 de septiembre – Tanners Orchard
El pasado miércoles durante el horario del instituto nos fuimos a Speer, Illinois, una ciudad cercana a Peoria. Allí visitamos “Tanners Orchard”, un lugar muy famoso en este estado por tratarse de uno de los huertos más grandes del país en el que se cultivan manzanas. Ya vimos que Illinois destacaba por ser el mayor productor de calabazas y de maíz de Estados Unidos, pero ahora nos faltaba conocer sobre sus manzanas. En el huerto de Tanners pudimos realizar un tour en tractor donde un guía nos explicó el proceso de cultivo de las manzanas y los años de historia de su empresa en el país. Además, pudimos recolectar con nuestras propias manos dos tipos de manzanas: dulces y ácidas. También visitamos la fábrica donde realizan todo tipo de comida con estas manzanas, desde sus famosas sidras de manzana, pasteles, donuts, palomitas y hasta comida de perro. Tuvimos la oportunidad de probar su sidra de manzana, la cual realizan sin alcohol, que a los chicos les encantó por su sabor dulce y frescor y, por supuesto, sus donuts, que les recordaron al sabor de las roscas de Semana Santa. En Tanners no todo fue visitar y aprender sobre manzanas, también tuvimos tiempo de visitar su mini granja de animales y de divertirnos en su laberinto de maíz, en el que los chicos compitieron como si de un escape room se tratase en un enorme campo de maíz por conseguir ser los primeros en salir. También entramos en su zona de juegos, donde nos divertimos en las ruedas, jugando al famoso “corn hole”, al baloncesto y a muchos otros mini juegos.
Jueves 18 de septiembre – High School
El jueves los chicos tuvieron una jornada de instituto con horario normal, pero hubo algo muy especial ese día. Como ya hemos visto las semanas anteriores, los jueves son un día especial para Peoria Christian School, pues tienen 45 minutos de “chapel” con banda, canciones y un experto que les invita a reflexionar. El jueves las estrellas fueron nuestros chicos. Salieron al escenario delante del resto de estudiantes del instituto a mostrarles un poquito de la cultura española mediante un baile de sevillanas. Lo hicieron increíble y a todos los profesores y estudiantes les encantó su actuación.
Viernes 19 de septiembre – Peoria Heights
El viernes tuvimos una excursión a “Peoria Heights”, una de las zonas más verdes y con casas más bonitas de Peoria. Comenzamos el día con una ruta por el bosque donde pudimos apreciar el paisaje, unos árboles enormes, unas vistas preciosas y hasta vimos a varios ciervos súper cerca. Tras ello, recuperamos fuerzas en una cafetería muy bonita y después visitamos algunas tiendas pequeñitas en busca de regalitos que llevar a España. La siguiente parte de nuestra ruta fue “Grandview Drive”, una carretera con vistas al río que une Illinois con Wisconsin. Este lugar se hizo muy famoso en 1910 cuando el presidente estadounidense Roosevelt visitó Peoria y dijo que ese lugar era la carretera con las vistas más bonitas del mundo. La verdad que no le faltaba razón, ese lugar con unas preciosas casas a un lado y unas vistas muy bonitas al bosque y al río al otro lado parecía de ensueño. Tras nuestra excursión por la mañana, volvimos al instituto para comer y después dimos un paseo hasta una heladería famosa en la zona, “Emo’s”. Allí pudimos probar sus riquísimos helados.
Sábado 20 de septiembre – Riverfront market y Pickeball
El sábado nos reunimos por la mañana temprano en el centro de Peoria. Allí disfrutamos de su tradicional mercado con unas vistas preciosas al puente “Peoria Riverfront”. Pasamos la mañana en el mercado probando de todo: tartas de queso, chuches liofilizadas y distintos dulces. Después, hicimos una parada en un puesto de tatuajes de henna donde algunos de los chicos quisieron llevarse un recuerdo en el brazo. Además, vivimos un momento muy bonito con una mujer del mercado, la cual les regaló a dos de nuestras chicas unas cremas caseras que hace, al no poder pagarlo porque no llevaban efectivo. Las chicas quisieron agradecer ese detalle y le compraron un ramo de flores precioso, así que pudimos vivir un momento súper bonito de abrazos y aplausos. Por la tarde, volvimos a reunirnos para jugar al Pickleball, un deporte que se ha puesto muy de moda en los últimos años en Estados Unidos. Sus reglas son una mezcla entre el tenis y el pádel y se juega con una paleta parecida a las de la playa y una pelota de plástico. Después de practicar un poco este deporte nuevo, sacamos nuestra vena competitiva en un torneo que realizamos entre todas las parejas. Y de esta manera terminamos nuestra tarde de deporte y diversión en grupo. Después, los chicos volvieron con sus familias, algunos se juntaron entre ellos y con otras familias para ir de compras y cenar. Fue un día muy completo.
Domingo 21 de septiembre – familia y lago
Como todos los domingos las familias acudieron por la mañana a sus iglesias. Después de comer y pasar tiempo en familia, los chicos se juntaron en la casa del lago de la host family de Lucía, quien los había invitado a todos para que disfrutaran todos juntos de su último domingo en Estados Unidos. Allí, se divirtieron en el agua, jugaron e hicieron muchas otras actividades.
Lunes 22 de septiembre – High School y tiendas
El lunes iniciamos nuestros últimos días de instituto. Por la mañana los chicos trabajaron en grupos sus presentaciones sobre España para los niños americanos de primaria. Después, acudimos a una clase de 3º de primaria donde hablaron sobre comida típica, música y deporte en España. Los niños se sorprendieron mucho, sobre todo con las diferencias en la comida y en nuestros horarios, y tenían muchas preguntas que hacerles.
Tras la presentación nos fuimos a pasar el resto de la mañana a un centro comercial donde pudimos rematar las últimas compras del viaje. Regresamos al instituto para comer y llegamos a tiempo para la última clase.
Por la tarde, los chicos disfrutaron de tiempo libre con sus familias.
Martes 23 de septiembre – high school
El martes los chicos tuvieron su último día de instituto. Fue un día de clases, despedidas con compañeros y presentaciones sobre la cultura de España en tres grupos de primaria y secundaria. Además, tuvieron un momento de manualidades en el que pudieron hacer sus libros de recuerdo de su experiencia con fotos y pegatinas durante estas tres semanas. Algunos son unos auténticos artistas.
Miércoles 24 y jueves 25 de septiembre – vuelta a casa
El miércoles por la mañana nos reunimos en el instituto para la parte más difícil de este programa: la despedida. Después de llenar el bus con nuestras maletas, tuvimos tiempo para despedirnos de profesores, compañeros de clase que les han hecho sentir parte del instituto y, la despedida más difícil, sus host families. Entre muchos abrazos y lágrimas dijimos adiós agradeciéndoles su hospitalidad durante estas tres semanas y el habernos hecho sentir un miembro más de la familia. Fue un viaje largo y un poco triste hasta el aeropuerto, pero antes de llegar hicimos la parada obligatoria para compensar las lágrimas: crumbl cookies. Así que con nuestra caja de galletas en una mano y la maleta en la otra, muchas canciones por el camino (incluida nuestra “Peoria Kuduro”, canción del viaje), llegamos al aeropuerto de Chicago. Fue un vuelo largo, pero por fin llegamos a Madrid, donde despedimos a la mitad del grupo y la otra mitad seguimos nuestro camino hasta Almería.
Y hasta aquí nuestra aventura en Peoria, Illinois. Ojalá existiera un botón de rebobinar para volver al 3 de septiembre e iniciar de nuevo estas tres semanas que han pasado volando. Las despedidas son muy duras, todos lo sabemos, pero son necesarias para valorar lo que se ha vivido y sentirse agradecido. Estoy convencida de que esta es una de ellas, una experiencia que siempre recordarán con mucho cariño y que de alguna manera les ha cambiado un poco la vida.
Gracias Aston Herencia y Fundación Unicaja por ofrecer estos tipos de programa y gracias a vosotros, familias, por confiar y hacer posible que vuestros hijos vivan una de las mejores experiencias de sus vidas.
Gracias en especial, a mis chicos, los protagonistas de esta experiencia. Gracias por vuestra buena actitud desde el principio, por estar siempre dispuestos a todo, por ser un grupo tan bueno y tan unido que se ha convertido en un equipazo y en una familia a muchos kilómetros de la nuestra. Espero que este solo sea el inicio de una amistad que conservéis mucho tiempo. Yo me llevo un poquito de cada uno de vosotros a España. Os quiere, vuestra monitora, Rocío.