Con mucha emoción compartimos con vosotros el update final de Phoenix, Arizona, escrito por nuestra monitora Sara López. Esperamos que todos hayáis disfrutado de esta experiencia tanto como nosotros hemos disfrutado acompañando a los estudiantes durante estas tres semanas. Ha sido un viaje lleno de aprendizajes, aventuras, risas y momentos inolvidables que dejarán huella en cada uno de ellos.
Miércoles 17 de septiembre: Rutina escolar
El miércoles fue un día de colegio, un día ya muy integrado en la rutina de aquí. Los estudiantes asistieron a sus clases con la naturalidad que da haber pasado varias semanas en el instituto, reconociendo profesores, pasillos y compañeros que ya no les resultaban extraños. Por la tarde, cada uno volvió con su host family y disfrutaron de planes tranquilos, momentos en los que se nota el cariño que han ido construyendo con las familias americanas. Ya empezábamos a ser conscientes de que quedaban pocos días, lo que hacía que cada pequeño detalle se valorara un poco más.
Jueves 18 de septiembre: Rutina y avances
El jueves siguió la misma dinámica de colegio por la mañana y tiempo con las familias por la tarde. Fue un día sencillo pero muy importante, porque a estas alturas cada conversación, cada paseo o cada cena se vivía con más ilusión, sabiendo que pronto tocaría despedirse. Muchos estudiantes comentaban lo diferente que se les hacía ya el inglés, cómo lo entendían mejor, cómo se animaban a hablar más, y eso les llenaba de orgullo.
Viernes 19 de septiembre: Fiesta de despedida informal
El viernes no todos tuvieron colegio, ya que en algunos institutos la jornada lectiva es de lunes a jueves. Eso hizo que el día tuviera un aire distinto. Por la tarde, varios estudiantes se reunieron con sus hermanos americanos y acudieron a la casa de Oliver, donde celebraron una fiesta de despedida. Fue un momento muy bonito porque, aunque sencillo, reflejó la unión que se ha creado entre los estudiantes españoles y los americanos. Música, juegos, risas y confidencias llenaron esa tarde, que quedará en el recuerdo como una de las más entrañables del programa.
Sábado 20 de septiembre: Gran fiesta de despedida en Main Event
El sábado llegó la esperada fiesta de despedida en Main Event, un centro de recreativos que parecía hecho a medida para nosotros. Desde que entramos, la emoción se respiraba en el ambiente. Comenzamos jugando a los bolos, algo tan típico de la cultura americana que nos hacía sentir dentro de una película. No faltaron las bromas, los piques amistosos y los aplausos a los que lograban un strike. Después pasamos a la comida, donde nos esperaban pizzas y hamburguesas para reponer fuerzas en un ambiente distendido y divertido. Con el estómago lleno, nos lanzamos a descubrir el resto del lugar: jugamos en las máquinas recreativas, compartiendo momentos de verdadera diversión, y nos adentramos en la experiencia del Laser Tag, una actividad en la que todos terminamos riendo y comentando jugadas como si hubiésemos estado en una auténtica misión. La tarde culminó con la actividad de Gravity Jumps, donde saltamos, corrimos y disfrutamos como niños. Fue un día completo, lleno de energía y de risas, pero también cargado de emoción al saber que era nuestra gran despedida. Nos marchamos de Main Event con la sensación de haber vivido algo único y con un profundo agradecimiento por estas semanas compartidas con nuestros compañeros y familias anfitrionas.
Domingo 21 de septiembre: Día familiar
El domingo fue un día familiar. Cada estudiante lo pasó de manera distinta, según los planes de su host family. Algunos repitieron la excursión a Disney, otros viajaron hasta Hollywood, y hubo quienes disfrutaron de parques nacionales. Fue un día para disfrutar en compañía, para hablar mucho inglés y para saborear las últimas horas con las familias que les habían abierto sus casas. Estos planes diferentes hicieron que cada uno viviera una despedida personalizada, adaptada a la experiencia que habían tenido.
Lunes 22 de septiembre: Últimas clases en el instituto
El lunes regresamos al colegio y ya se notaba que estábamos en la recta final. Fue un día en el que se aprovecharon al máximo las clases, compartiendo con los compañeros americanos y despidiéndose poco a poco. El ambiente en el instituto era diferente, con un aire de cierre y de agradecimiento. Los estudiantes hablaban de lo mucho que habían aprendido y de cómo habían mejorado su inglés, pero también de lo afortunados que se sentían por haber tenido la oportunidad de vivirlo.
Martes 23 de septiembre: Último día de instituto y tiempo con las familias
El martes fue el último día de instituto, probablemente el más emotivo de todos. Despedirse de profesores y compañeros no resultó fácil, ya que en solo tres semanas se habían creado vínculos y se habían acumulado experiencias que dejaron huella. Muchos estudiantes reflexionaban sobre las diferencias entre ambos sistemas educativos y coincidían en lo enriquecedor que había sido conocer de primera mano otra forma de aprender. Por la tarde, todos dedicaron un tiempo especial a sus host families. Algunos escribieron cartas de agradecimiento, otros prepararon pequeños detalles y todos compartieron una última cena en familia, con conversaciones y emociones que hicieron de la velada un momento único. Fue la forma más bonita de cerrar esta etapa antes del viaje de regreso.
Miércoles 24 de septiembre: Regreso a casa
El miércoles nos reunimos en el aeropuerto a las once de la mañana. Revisamos pasaportes y, como era de esperar, más de uno estaba nervioso por el peso de la maleta después de tantas compras y recuerdos acumulados. Tras los controles, emprendimos nuestro primer vuelo a Los Ángeles, un trayecto corto que se pasó enseguida. Desde allí tomamos el vuelo largo hacia Madrid, once horas en las que compartimos anécdotas, recordamos los mejores momentos del viaje y nos despedimos de esta experiencia que nos había cambiado un poco a todos. Finalmente llegamos a España, donde cogimos la conexión a Málaga y allí nos esperaban con mucha ilusión nuestros padres y familiares. El reencuentro fue emocionante y lleno de abrazos, porque aunque habíamos disfrutado muchísimo, también teníamos muchas ganas de volver a casa.
Agradecimientos finales
Como monitora, no puedo más que agradeceros a todos los estudiantes vuestra actitud, ilusión y respeto en todo momento. Habéis sido un grupo ejemplar, del que me llevo recuerdos muy especiales y aprendizajes de cada uno. También queremos dar las gracias a las familias anfitrionas, que han sido fundamentales en esta experiencia y que han hecho posible que todo esto se convirtiera en una vivencia inolvidable.
Un fuerte abrazo a todos,
El equipo de Arizona