Todo viaje de larga estancia a otro país conlleva una fase de adaptación
El choque cultural puede resultar un sentimiento negativo a la hora de emprender un viaje de larga duración, ya sea un viaje de idiomas en el extranjero o un programa académico. Por ello cuanto antes nos adaptemos a nuestra nueva cultura, más rápido comenzaremos a disfrutar la experiencia.
En definitiva, el choque cultural es un estado de ansiedad que puede estar generado por el factor sorpresa, por la confusión ante lo desconocido, la falta de entendimiento…. Y lo experimentamos siempre que vivimos un cambio en el entorno o medio social al que estamos acostumbrados. Normalmente está relacionado con la incapacidad de asimilar y afrontar una nueva cultura.
Por ello, si experimentas un choque cultural en el destino al que acabas de llegar, ten por seguro que es un estado transitorio que acabarás superando. Normalmente lo superamos en 4 fases ¡Te lo contamos!
Las cuatro etapas del choque cultural
- La primera etapa es la “luna de miel”. Esta es la fase en la que llegamos al país, con toda la euforia de nuestra nueva vida en la que todo nos parece maravilloso.
- En la segunda etapa se produce el choque cultural propiamente dicho. Se pasa del estado de euforia a una situación de desconcierto ante una cultura totalmente desconocida para nosotros.
- Llegados a este punto, vendría un periodo de negociación en el que intentamos encontrar un equilibrio entre nuestra cultura y la nueva realidad a la que nos enfrentamos. Este periodo es de observación, en el que recogemos todo lo que vemos y lo analizamos para conseguir entenderlo.
- La última etapa es la de aceptación o negación de esta nueva cultura. Aquí se puede dar una de estas tres posibilidades:
- Hemos conseguido el equilibrio entre nuestra cultura y la cultura extranjera. Vemos que hay cosas malas, pero también las hay buenas y decidimos trabajar con ellos sin perder nuestra esencia.
- Llega a ser tal la aceptación por la nueva cultura que perdemos por completo la nativa. Nos adueñamos de las costumbres y formas del país anfitrión para hacerlas completamente nuestras.
- Negación de la nueva cultura. No encontramos ningún atractivo y nos cerramos en banda, la cultura nativa para nosotros es mejor. Este tipo de reacción tiende a empujar a las personas a pertenecer a grupos pequeños en los que la cultura nativa predomine.
Pautas para afrontar el choque cultural
Una vez hemos entendido bien el concepto y las diferentes etapas que podemos experimentar, te damos algunos consejos para que afrontes la nueva vida con filosofía y sin miedo.
- Conocer de antemano el país: para que no sea un choque muy fuerte, lo mejor que podemos hacer es informarnos todo lo que podamos antes de emprender nuestro viaje. De esta manera ya estaremos familiarizados con las diferentes situaciones a las que podemos enfrentarnos. Curiosear sobre el país, sus gentes y su cultura es algo que nos ayudará enormemente a entrar con buen pie en nuestro nuevo hogar.
- Fuera prejuicios: esto es posiblemente lo más importante. Por lo general, tendemos a pensar que lo nuestro es siempre lo mejor y solemos rechazar lo desconocido. Hay que tener claro que los que no estamos en nuestra cultura somo nosotros, por lo que somos los que nos tenemos que adaptar a los demás y no los demás a nosotros.
- Hay más formas de vida que la que conocemos: siguiendo con el punto anterior, hay que remarcar y ser conscientes que nuestra forma de ver las cosas no es la misma que puedan tener el resto de personas. Teniendo esto claro, nos será mucho más sencillo afrontar nuestra nueva vida en el extranjero. No hay que tener miedo a conocer lo que es desconocido para nosotros, al contrario, lo mejor que podemos hacer es interiorizarlo y comprenderlo. De esta forma nos será más sencillo compartir nuestra opinión al respecto, sea buena o mala, siempre desde la comprensión. Nunca hay que menospreciar la cultura que nos está acogiendo y hay que buscar la razón lógica a lo que nos ha parecido extraño.
- Entender las diferencias como parte de la experiencia: no hay que cerrarnos en banda cuando vemos que las personas del país en el que estamos pueden ser diferentes a nosotros. Estamos viviendo una experiencia y debemos afrontarla con la mayor naturalidad posible, incluidas todas estas diferencias, ya que forman parte de ella.
- Enfrentarnos a nuestras añoranzas: todos echamos de menos a nuestros amigos o familiares cuando los tenemos lejos, es normal, no rechaces este sentimiento. No es algo negativo, sino que hay que afrontarlo positivamente para crecer y aprender a estar solos.
- Buscarse un hobby y hacer actividades culturales: algo que nos ayudará a integrarnos en la cultura es sentirnos parte de ella. Si tenemos alguna actividad para el tiempo libre, en la que además de hacer algo que nos gusta, conocemos gente nueva y practicamos la lengua del país, nos será mucho más fácil la adaptación. Y si además de esto hacemos por conocer la cultura, visitando sus edificios, museos, viendo películas del país o yendo al teatro, poco a poco no sentiremos más cómodos.
- Buscar ayuda en nuestro nuevo país si tenemos estrés: Es importante que busquemos la ayuda que necesitemos entre la gente cercana que tenemos en nuestro nuevo país. Las personas que nos rodean entenderán mejor lo que nos pasa simplemente por estar con nosotros y vivirlo desde la cercanía. No hay que tener miedo a hablar con nuestro tutor/a, con algún miembro de nuestra familia de acogida o con alguno de nuestros nuevos amigos. Ellos están a nuestro lado en esta nueva etapa y van a hacer lo posible por apoyarnos.
Todos somos conscientes, una larga etapa lejos de nuestras casas es complicada. Pero afrontarla y superarnos a nosotros mismos es de vital importancia en la vida. Cuanto antes nos enfrentemos a lo desconocido, antes podremos asumirlo, crecer como personas y comernos el mundo. Ya estás listo para tuviaje de idiomas en el extranjero o tu año académico en el extranjero.