Nuestros participantes de año escolar en el extranjero nos cuentan su experiencia
La experiencia es un grado, así que si este curso escolar tú también vas a estudiar en el extranjero, lejos de tu país y tu entorno, toma buena nota de los consejos y los testimonios de los alumnos que acaban de hacerlo. Todos y cada uno de ellos han cursado un año escolar en el extranjero durante el pasado curso. Una decisión que les ha supuesto un enriquecimiento incalculable, tanto a nivel personal como a nivel formativo.
Verás que aquellas cuestiones que más te preocupan también les preocupaban a ellos antes de abandonar España: ¿Me adaptaré al idioma? ¿Haré amigos? ¿Me llevaré bien con mi familia anfitriona?…
Los nervios iniciales y las preguntas infinitas son algo completamente normal en una experiencia de este tipo. Pero ¡No te despistes! porque en cuánto menos te lo esperes habrás superado el ecuador de tu año académico; así que no te olvides de disfrutar y aprender día a día.
Elena Sigalat (año académico en Manitoba, Canadá) nunca olvidará su primer día en destino, cuando la embargaban la emoción y los nervios a partes iguales.
«Cuando llegué al aeropuerto vi una pancarta muy grande, roja que ponía «bienvenida a Canadá Elena», les di un abrazo enorme y nos fuimos a casa. Mi primera noche allí la pase súper nerviosa. Me acuerdo que por la mañana no sabía qué hacer si levantarme o simplemente quedarme en la cama hasta que escuchase algún ruido. Pero llegó mi primer día de colegio y fue súper emocionante y es que lo bueno que tiene Canadá es que la gente es muy abierta y vinieron unas cuantas niñas a preguntarme cómo me llamaba, y de donde venía.
La experiencia ha sido tan positiva que este año Elena repite año escolar en un nuevo destino, Francia ¡Te deseamos lo mejor Elena!
Tienes que saber que la experiencia escolar suele engancharos desde el minuto 0, y es que, tanto en Estados Unidos como en Canadá, el sistema educativo es mucho más práctico que en España. Las clases resultan muy entretenidas, sin olvidar que la relación entre estudiante y profesor es más directa. Sara Álvarez, que estudió 4º de ESO en Delaware, USA, lo recuerda así :
«Creo que la rápidez de adaptación a un nuevo entorno depende de la persona, pero en mi caso me llevó 2-3 semanas empezar a sentirme cómoda y conocer el nuevo sistema educativo. Una de las cosas que más me gustó de mi instituto es que no usabamos libros. Todo lo hacíamos en uno de los muchos portátiles que el mismo colegio proporcionaba a sus alumnos/as durante todo el curso académico.»
Al igual que Sara, María Simarro, estudiante en Wyoming, tampoco tuvo ningún problema para engancharse al día a día de las clases.:
«Los profesores están dispuestos a ayudarte en todo, y atendiendo un poco en clase y repasando la materia, fácilmente consigues una buena nota. Los compañeros de clase enseguida te ayudan a adaptarte y son bastante amables a la hora de resolverte algunas dudas. Que en el colegio haya mas estudiantes de intercambio hace la adaptación en el colegio más fácil, ya que están viviendo la misma situación que tu.»
Pero si la adaptación a las clases no suele preocuparos tanto, sí lo hace el hecho de entablar amistades y no conocer a nadie.
Para Alejandra Duelo hacer amigos era su principal temor. «At first I was nervous because of the new school, new people, new classes, everything was new. I would say that I was scared too of making friends because even the people is different than in Spain, so it took me a while to get used to it. «
¿Pero cómo hacer amigos? Pues recuerda que el verdadero secreto del éxito en este aspecto, y otros, depende del propio participante. Concretamente depende de las ganas y de la ilusión que le pongas a este curso, trata de adaptarte y darte a conocer, siempre con una mentalidad abierta y una buena sonrisa.
Eider Ruiz, que estudió 1º de Bachillerato en Washington, lo tuvo claro desde el principio. «Quiero empezar dando las gracias a Herencia por esta oportunidad. Y continuo contando que todo me ha ido genial. yo he puesto todo mi empeño en que todo fuese tan bien como yo esperaba. La verdad es que antes de ir contaba con que lo iba a pasar muy mal los primeros meses, pero en cuanto llegué a EE.UU. me di cuenta que, aunque esto puede pasarle a algunas personas, no fue mi caso. Mi familia y mi entorno me ayudó en todo momento, haciendo un esfuerzo por entenderme al principio, cuando mi nivel de inglés era muy bajo».
Con el mismo positivismo que Eider, habla Alec Barca de su experiencia de este curso. Alec estudió 1º de Bachillerato en Connecticut, USA.«Gracias a mi familia anfitriona y a toda la gente de Xavier High School, mi adaptación a este nuevo entorno fue muy rápida y agradable. Durante mi día a día no tenía mucho tiempo libre, ya que al salir del colegio tenía entrenamientos de soccer y luego cuando llegaba a casa tenía que hacer las tareas. Una vez acabado todo este trabajo, solía pasar tiempo con mi familia, jugando a juegos de mesa, hablando… Allí la gente es especialmente agradable. Hice muchos amigos, tanto dentro del equipo de soccer como de otros colegios.»
Precisamente la buena acogida por parte de la gente fue lo que también ayudó a Luis Madrid a vivir un curso inolvidable en Hawaii:
«Lo más importante para mí es hacer amigos. Cuando estés triste siempre te puedes apoyar en ellos o preguntarles cualquier duda, y también puedes pasar muy buenos ratos con ellos. En Estados Unidos la gente es muy sociable y enseguida se interesan por ti. En cuanto a las clases, pensaba que iba a ser más difícil al principio, pero si llevas un nivel de inglés decente no tendrás ningún problema, como me ocurrió a mí.»
Y qué mejor plan para hacer amigos que apuntarse a todos los deportes y actividades posibles. Compartir tiempo y objetivos con personas con las que tenemos algo en común, siempre resulta muy positivo. Además, es imposible estudiar en Estados Unidos y/o Canadá y no dejarse llevar por su pasión por los deportes. Paula Sanguino, que estudió 1º de Bachillerato en Michigan, lo explica a la perfección:
«Los deportes te ayudan a conocer a mucha gente ya que pasas mucho tiempo con la gente de tu equipo por eso es muy importante hacer algún deporte que te ayude a integrarte, durante los primeros meses hice voleibol y gracias a eso conocí a mucha gente que ayudó y acompañó durante el inicio de mi curso escolar en EE.UU. También hay que tener en cuenta que no es fácil estar dentro de un equipo ya que los deportes en EE.UU. son muy competitivos y solo quieren a gente con la que poder ganar y hacerlo lo mejor posible.»
A Ane Crespo, estudiante en Alabama, el deporte que le atrapó fue el fúbol:
«Una de las cosas que me gustó fue el fútbol americano. Yo soy una persona que no me intereso por el mundo del deporte y no me gusta verlo pero Alabama tiene un entorno muy grande ante el fútbol americano y al final me ha encantado. He tenido la oportunidad de poder ir a ver muchos partidos de fútbol y he estado muy contenta. Allí los partidos se juegan en el campus de fútbol de la universidad, donde se montan unas enormes carpas con televisiones, comida… y donde se pasa todo el tiempo rodeado de gente y amigos.»
En relación al idioma, hay que decir que es una de las preocupaciones que antes desaparece. Si bien las primeras semanas resulta díficil entender y hacerse entender, en cuánto menos lo espera el participante está pensando y soñando en inglés. Adrián Alvarez nos cuenta cómo lo vivió él durante este año escolar en el estado de Nueva York:
«When it came to adapting to the language, the first week passed very quickly. Some things I did not understand it well for the accent and I was all the time asking, but the second week I did not need to ask. When I wanted to speak in English I thought in Spanish and I translated it but in the second month I thought in English all the time, even when I wanted to talk to Spanish friends.»
Y puestos a preguntar por fechas y eventos especiales, casi todos estáis de acuerdo. Una de las fechas más esperadas es el popular Halloween. Para Carmen Cerdido, que estudió 1º de Bachillerato en Ohio, supuso una de sus mejores experiencias: «One of the best experiences that I had here was Halloween, was so great. They celebrate Halloween like a very big thing, and you go to a lot of places to do Trick or Treat and all people is dressed. Other can be the dance «Homecoming». Is like the dances of the American´s movies, that you go with this dresses and heels and with your hair perfect.»
Nuevas fiestas, nueva familia, nuevo colegio.. vivir un año en el que todo es nuevo conlleva muchísima madurez y aprendizaje. Julia Peris nos cuenta que lo mejor fue poder disfrutar de un entorno sin prejuicios, y en el que el aspecto físico o la ropa no parecían algo tan relevante.
«Te contagias de su espíritu y puede que lo voy a decir ahora no sea tan importante, pero poder ir en chanclas y calcetines sin que nadie te juzge por el instituto cuando hacía soccer… fue lo mejor. En serio, hasta las animadores lo hacen. Lo que quiero decir es que me encanta el respeto que tienen por la libertad a la hora de vestirse como uno quiere y poder ser diferente».
Para Julia Siquier, que estudió 4º de ESO en Maine, la mejor parte de este curso ha sido ponerse a prueba.«When you start a new life, you realise which are your abilities and the things that you need to improve. You learn to be open to everyone and you learn that is necessary to ask for help.»
Y muy de acuerdo con Julia está Elena Sigalat, para quién este año académico en el extranjero ha sido imprescindible para crecer y madurar:
«Este curso académico, me ayudó a crecer como persona, madurar, tomar decisiones por mí misma, superar miedos, conocer a gente nueva, ser mucho más abierta y no tener miedo a tomar decisiones incorrectas. Conocer nuevas culturas, comida… Por supuesto, a lo que más me ayudó es con los idiomas, tanto con el inglés como con el francés. Adenñas de aprender a ser independiente, a coger un autobús sola, a perderme y tener que encontrar el sitio preguntando o siguiendo las indicaciones. Ser responsable, tener todo organizado, estudiar sin que nadie me lo tenga que decir u obligar…»
Normal que nosotros siempre nos refiramos al programa de año académico en el extranjero como «Una vida en un año» 🙂