¡Segunda semana en nuestro programa en Boston! Nuestros #AHstudents no solo están aprendiendo nuevas habilidades, sino que también se lo están pasando de maravilla. Han disfrutado de una serie de actividades y su monitora Ylenia Rojas nos ha enviado fotos y videos que capturan los momentos más destacados de los días.
¡Hola a todos una semana más! 😊
8 de julio
Primera semana superada y los estudiantes se están ajustando a sus nuevas casas, familias y rutinas.
El lunes volvimos a vernos después de varios días y disfrutamos de una tarde en la bolera. Mientras echábamos unas partidas también comimos pizza y bebimos refrescos (típica merienda estadounidense;) ). Nos lo pasamos muy bien porque es un rato en el que no solo aprovechamos para hacer algo diferente, sino para ponernos al día entre nosotros y disfrutar de la compañía. Cuando terminamos de jugar, nuestra coordinadora nos dio a cada uno una tarjeta con 15$ para utilizarla en los recreativos que había dentro del recinto: algunos intentamos sacar peluches de las máquinas, otros intentamos conseguir los máximos puntos posibles para luego canjearlos, y todos al final pasamos un buen rato. Nos encanta sobre todo estar todos juntos y también interactuar con otras familias anfitrionas. Muchos de los hermanos y hermanas anfitriones se unen a nosotros en las actividades y jugamos juntos, lo mejor es que así nos vemos obligados a seguir hablando en inglés. ¡Hemos pasado una tarde fantástica y aún nos quedan dos actividades más programadas esta semana!
11 de julio
Después de dos días haciendo actividades individuales con nuestras familias, nos subimos al bus dirección Maine para pasar la mañana en York Beach. Si bien es cierto que el día no acompañaba demasiado y el sol apenas se dejó ver, no dejamos que eso nos impidiera aprovechar el día juntos. Los más valientes del grupo se metieron en las heladas aguas del Atlántico porque decían que “tenían que probar el agua de aquí”. Los más frioleros como yo nos conformamos con remojarnos los pies. Les confirmo que estaba muy fría, no sé cómo muchos de nuestros alumnos se dieron un chapuzón. Por otro lado tuvimos la oportunidad de celebrar un cumple en la playa… ¡Feliz cumpleaños, Pepa! Su madre anfitriona preparó galletas y un brownie de cumpleaños, muchísimas gracias. Si bien es cierto que se nos olvidaron las velas (menudo fallo), no todos los años celebra una su cumpleaños en una playa en Estados Unidos. Terminamos el día en Kittery Outlets, una zona comercial donde los estudiantes tuvieron la oportunidad de encontrar las mejores ofertas y comprar cosillas.
13 de julio
El sábado por la tarde asistimos a la actividad que ilusionaba a muchos de los estudiantes: presenciar un partido de béisbol estadounidense. Los Fishercats de New Hampshire se enfrentaron a los Rumble Ponies de Binghamton y fue todo un espectáculo. Si bien hay que admitir que no todos terminábamos de entender las reglas del juego, el ambiente deportivo en el que nos encontrábamos hizo que la experiencia fuera única. Comimos perritos calientes e hicimos la ola, vimos a la perrita del equipo de New Hampshire entrar al campo a recoger el bate, y en general disfrutamos de esta experiencia cultural todos juntos. El partido se alargó un poco, pero valió completamente la pena porque los jugadores interactuaron con la audiencia, regalaron camisetas y firmaron autógrafos. La tarde culminó con los fuegos artificiales que ponían el broche final al partido. Habrá que ver quién se quiere hacer fan oficial del béisbol después de esto ☺
14 de julio
Aunque habíamos terminado con las actividades programadas, el domingo nos reencontramos todos para celebrar dos eventos muy importantes (ustedes valorarán cuál fue más importante que el otro): la final de la Eurocopa y el cumpleaños de Carlos. ¡Feliz cumpleaños, Carlos! Estamos muy agradecidos con el padre anfitrión de Carlos por haberse encargado de preparar una fiesta de cumpleaños con todos. A las 3 pm llegamos a la casa para ver la final de la Eurocopa todos juntos y luego seguimos disfrutando de la tarde. Había mucha comida riquísima, ya que las diferentes familias anfitrionas aportaron algo para ayudar, y el padre anfitrión de Carlos se encargó de conseguir una tarta con los colores de la bandera de España. Fue una tarde maravillosa y nos ha encantado ver cómo la familia de Carlos se esmeraba en hacer que Carlos pasara un buen cumpleaños. Ha sido un placer pasar la tarde todos juntos un día más.
Ylenia
