¡Tercera semana en Destin, Florida! Nuestros estudiantes siguen disfrutando de esta aventura al máximo, y cada día trae consigo nuevas experiencias, aprendizajes y momentos que quedarán para siempre en su memoria.
Esta semana ha estado repleta de emociones, actividades culturales y, por supuesto, muchas risas compartidas con nuevos amigos de todo el mundo. El grupo continúa fortaleciéndose, viviendo cada día con entusiasmo y curiosidad.
Miriam, nuestra monitora, nos ha hecho llegar un resumen de estos días junto con unas fotos que reflejan a la perfección la energía y el espíritu del grupo.
¡No os lo perdáis! Aquí tenéis un pequeño resumen de su día a día en esta semana inolvidable.
Esta semana ha sido, sin duda, una de las más completas y emocionantes del viaje. Las chicas han vivido momentos únicos, cada una a su ritmo, combinando el descanso en familia con excursiones, compras, descubrimientos culturales y hasta una visita a la universidad. Desde el sol de la costa hasta las luces de Manhattan, ¡no ha faltado ni un plan!
Día 10 de julio
Elisa empezó el día con un desayuno compartido junto a las niñas de su host family. Pasaron la mañana jugando por casa hasta que se prepararon para una pequeña excursión: fueron a la casa de Valeria (donde viven Violeta y Marta) para cuidar de los perros y darles de comer, ya que ese día las chicas se marchaban a su gran viaje a Nueva York. De vuelta a casa, Elisa probó un bocadillo típico de aquí, el famoso Jersey Mike’s sub, ¡y le encantó! Por la tarde, su host mom le regaló un libro sorpresa, que la tuvo completamente enganchada. Terminaron el día entre juegos, películas y una sesión de baile improvisada con las niñas que puso el broche de oro a una jornada muy feliz.
María vivió una experiencia inolvidable: pasó el día entero en un barco junto a Emma, invitadas por un vecino. A bordo, compartieron la travesía con su hijo y dos de sus amigos, disfrutando del mar, el sol y la compañía.
Emma también recuerda con ilusión ese día en el barco: hicieron una actividad acuática muy divertida en un flotador redondo que iba remolcado por el barco, ¡como si volaran sobre el agua! Además, vieron delfines nadando cerca de la bahía. Después del chapuzón, comieron en un restaurante con piscina, donde se relajaron y se cambiaron. Más tarde, Emma fue con su familia a cenar a un restaurante mexicano, y terminaron el día con algunas compras en Dollar Tree y Walmart.
Mara y Violeta comenzaron su viaje a Nueva York por todo lo alto. Pasearon por Times Square, con sus enormes pantallas luminosas, música en cada rincón y miles de turistas como ellas, asombradas ante tanta energía. Vieron el Empire State Building, y disfrutaron de Manhattan al atardecer. El cielo se iba tiñendo de naranja y rosa mientras los rascacielos se iluminaban poco a poco.
Día 11 de julio
Elisa arrancó el día con un buen desayuno junto a las niñas. Luego pasaron la mañana jugando y viendo películas con algunos snacks. Cuando los padres terminaron de trabajar, se fueron a buscar a Emma para ir juntas a uno de los centros comerciales más conocidos de la zona: Destin Commons. Allí se probaron ropa, eligieron regalos y pasaron una tarde de lo más entretenida. Hicieron una parada en Smash Burger para cenar y, con nuevas bolsas en mano, regresaron a casa para seguir jugando hasta que llegó la hora de dormir.
María tuvo también un día muy completo: por la mañana fue de compras y comieron fuera. Luego acompañó a su host mum a la peluquería para un cambio de look. Por la tarde, asistieron a un partido de béisbol infantil y después terminaron el día con una buena cena en casa.
Emma desayunó tranquilamente, estuvo en casa con las niñas y a la hora de comer fueron al McDonald’s y compraron algo para llevar. Después, Elisa vino a recogerla y pasaron la tarde juntas en Destin Commons. Disfrutaron mucho comprando ropa y complementos, cenaron allí mismo y regresaron a casa ya de noche, cansadas pero felices.
Mara y Violeta vivieron otro día neoyorquino inolvidable. Fueron hasta Battery Park para tomar el ferry que las llevó hasta la Estatua de la Libertad, símbolo de la ciudad y de todo EE. UU. Al volver, cruzaron caminando el imponente Puente de Brooklyn, con el skyline iluminado al fondo y el aire del East River. Para terminar el día, pasearon por Central Park, observaron a la gente en bicicleta, patinando y paseando perros… un día genial.
Día 12 de julio
Elisa se levantó y enseguida se preparó para ir a la playa. Pasaron a recoger a Emma y de camino compraron algunos snacks. En la playa se hicieron fotos, jugaron en la arena y se bañaron varias veces. Luego fueron de compras, donde aprovecharon para mirar más tiendas. La cena fue comida mexicana para llevar, que disfrutaron juntas en casa de Elisa. Después, un rato de peli con las niñas y a descansar.
María disfrutó de una jornada tranquila y muy americana: tiendas por la mañana, comida fuera y, al atardecer, un concierto de rock al aire libre muy cerca del Props Theater, acompañada por sus vecinos.
Emma también recuerda ese día como uno de los más completos. Tras la mañana en la playa con Elisa, se fueron juntas de compras, primero a tiendas más pequeñas y luego al mismo centro comercial del día anterior. Compraron regalos y ropa, y luego recogieron comida mexicana para cenar en casa de Elisa. Terminaron la noche con una peli antes de volver a casa.
Mara y Violeta continuaron su aventura por Nueva York con un día muy urbano y cultural. Pasearon por Soho, famoso por sus tiendas de moda y galerías de arte, donde se probaron ropa y entraron en varias boutiques. Luego visitaron el World Trade Center, vieron el mirador del One World Observatory y caminaron hasta el Memorial del 11-S, donde dedicaron un momento de silencio. Cerraron la jornada haciendo compras de productos locales en el Trader Joe’s.
Día 13 de julio
Elisa comenzó el día con un desayuno familiar y una mañana relajada. Jugaron, vieron películas y tomaron algunos snacks. Por la noche, el padre les cocinó una cena típica del estado donde hizo la mili, una receta muy especial que Elisa probó con curiosidad. Después, continuaron su maratón de películas de Harry Potter, antes de irse a dormir.
María volvió a recorrer tiendas por la mañana, hizo una parada para un café y, por la noche, tuvo una cena elegante en el restaurante de unos amigos. Terminaron la jornada viendo una película.
Emma pasó una mañana tranquila en casa. Por la tarde, fueron a casa de unos amigos con piscina, aunque no se bañó porque hubo tormenta. Cuando empezó a llover, ayudaron a recoger todo y volvieron a casa, donde cenaron y vieron una peli.
Mara y Violeta regresaron de Nueva York con el corazón lleno de recuerdos. Tomaron el vuelo de vuelta a Florida y, ya en casa, comieron comida china en Panda Express, un clásico americano. Luego pasaron la tarde descansando para prepararse para una experiencia muy especial…
Hoy ha sido un día tranquilo para todas, una pausa necesaria para recargar energías después de tantas aventuras. A veces, quedarse en casa también puede ser mágico.
Día 14 de julio
Hoy las chicas se pusieron sus mejores galas (la camiseta de Aston Herencia ☺) para una excursión todas juntas: visita a la Universidad de West Florida, en Pensacola. Desde el primer momento, se sintieron como auténticas estudiantes universitarias. Un guía muy amable, estudiante de último año, les hizo un recorrido a pie por el campus, que estaba rodeado de bosques y atravesado por senderos de madera donde incluso vieron ardillas.
Visitaron la biblioteca, enorme y luminosa, con salas de estudio silenciosas y otras donde los estudiantes podían hablar y trabajar en grupo. También pasaron por el edificio de ciencias de la salud, donde había un laboratorio de simulación médica con muñecos robóticos que se usan para practicar operaciones y diagnósticos. El guía les enseñó una sala donde se graban vídeos para las clases online, ¡parecía un plató de televisión!
Entraron también en la Bookstore, la tienda oficial de la universidad, donde compraron algunas cosas con el logo del campus: un casco de guerrero romano en tonos verdes y azules. Les contaron que el equipo de fútbol americano se llama Argonauts, en honor a los héroes mitológicos, y que los partidos se viven como auténticas fiestas en todo el campus.
A mediodía, comieron unos bocadillos en Firehouse Subs, una cadena americana muy conocida fundada por bomberos, donde cada menú lleva el nombre de un estilo de sándwich clásico de Estados Unidos. Había decoración de cascos, mangueras y fotos de parques de bomberos por todas partes.
Un día inspirador, lleno de detalles curiosos y muchas ganas de seguir aprendiendo.
Día 15 de julio
Hoy las niñas han vivido una experiencia que no olvidarán jamás: ¡una jornada de pesca en alta mar a bordo del mítico barco Sweet Jody! Madrugaron un poco más de lo habitual, pero la emoción se notaba en el ambiente desde el primer minuto. Con crema solar, gorras, gafas de sol y mochilas cargadas con snacks, agua y cámaras, subieron a bordo del barco en el puerto de Destin, conocido como “la aldea pesquera más afortunada del mundo”.
Nada más llegar al muelle, les llamó la atención el barco del Sweet Jody, una embarcación con historia que lleva más de 30 años surcando el Golfo de México y haciendo felices a familias, pescadores novatos y expertos.
Durante la travesía, el mar estaba en calma, el cielo azul parecía pintado y el viento les acariciaba la cara mientras dejaban atrás la costa. En el horizonte, algunas gaviotas acompañaban el barco, planeando sobre las olas como si quisieran unirse al plan. La tripulación les explicó cómo usar las cañas, cómo lanzar el anzuelo y cómo recoger el sedal. Al principio, a algunas les daba un poco de impresión tocar el cebo o esperar con paciencia… pero en cuanto notaron el primer tirón, ¡se desató la emoción!
Cada vez que alguien pescaba algo, todas se acercaban para ver el tipo de pez y sacarse fotos (¡siempre con cuidado!). Capturaron varios ejemplares: algunos pequeños y plateados como monedas vivientes, y otros más grandes que parecían sacados de un documental. Entre los más impresionantes, un par de red snappers y un grouper que hizo sudar a quien lo sacó. Las chicas aprendieron mucho sobre el respeto al mar y las normas de pesca responsable.
Hubo tiempo también para relajarse… tomaron snacks, contaron anécdotas del viaje… A media tarde, regresaron al puerto con la piel dorada por el sol y el pelo revuelto por la brisa marina.
Día 16 de julio
Hoy ha sido un día lleno de contrastes: desde la tranquilidad de una mañana en casa hasta la emoción absoluta que provoca una palabra mágica… ¡Disney!
En casa de Elisa, el día comenzó de forma tranquila, con juegos y risas en pijama junto a las niñas. El desayuno se alargó con dibujos animados, hasta que los padres pidieron a todas que se reunieran en el salón. Elisa no se imaginaba lo que estaba a punto de pasar: encendieron la televisión y comenzó a sonar música familiar… ¡Era un vídeo sorpresa anunciando que este fin de semana irán a Disney World! Las niñas gritaron de emoción, se abrazaron, y Elisa no podía parar de sonreír. Fue uno de esos momentos que se graban para siempre en la memoria.
El resto del día lo pasaron planeando, soñando y jugando. Buscaron ideas para la visita, eligieron qué orejas de Minnie llevarse (¡tenían toda una colección de visitas anteriores!) y se probaron distintas combinaciones frente al espejo. Más tarde salieron a hacer algunas compras, cenaron fuera y terminaron la jornada con más juegos y mucha ilusión.
Mientras tanto, Emma también tuvo un día especial. Por la mañana se quedó en casa disfrutando de una pizza a domicilio, una tradición americana genial, y por la tarde asistió a un entrenamiento de softbol, un deporte muy popular entre las chicas en EE. UU. Le llamó la atención el ambiente de equipo, los ánimos entre compañeras y la destreza con la que lanzaban y golpeaban la bola. Para cerrar el día, cena en un buffet chino y una visita rápida a Walmart antes de regresar a casa.
María tuvo un día muy completo: por la mañana, visita al salón de uñas, luego comida en casa, piscina para refrescarse y por la noche, una experiencia muy americana: ¡un bingo musical en un bar! El juego consistía en reconocer canciones y marcar en una cartilla… y sí, ganó ella. ¡Premio para nuestra campeona!
Mara aprovechó el día para descansar y recargar pilas. Con la casa más tranquila tras la salida de Kelly a Alabama y los niños en la guardería, se dedicó a ordenar su habitación y mimarse un poco. Por la tarde recogieron a las niñas y se dieron el gusto de tomar unos batidos fresquitos. Luego, rutina de autocuidado y una velada muy divertida pintando uñas y jugando a las cartas con las pequeñas.
Violeta, por su parte, disfrutó de una tarde diferente en la playa junto a Marta y Max, un estudiante alemán que, como ella, también está en Florida de intercambio. Disfrutaron del atardecer frente al mar y cerraron el día cenando todos juntos, en un ambiente relajado y multicultural.