UPDATE SEMANA 4 – INMERSIÓN ÁREA NUEVA YORK 2025

¡Ya ha terminado la experiencia en el programa Inmersión Área Nueva York!

Como es de esperar, esta semana viene cargada de emociones fuertes. Nuestros chicos empiezan a estar nerviosos, tristes y un poco melancólicos por el fin de esta experiencia, aunque esa emoción es compartida con ganas de ver a sus familias y volver a España a disfrutar del resto del verano. 

Los últimos abrazos, planes y quedadas. Ha sido una semana de lo más variopinta: parque de atracciones, pool party, shopping outlets, partido de béisbol, playa, quads… ¡y mucho más!

¿Quién necesita una peli de Disney Channel cuando tienes un grupo de españoles sobreviviendo a base de helado, outlets y fuegos artificiales en pleno julio estadounidense? Así fue nuestra semana del 16 al 22: un mix explosivo de aventuras, pasta italiana, pulseras, parque de atracciones y momentos tan random como ver «Christmas in July» con 30 grados a la sombra.

16 JULIO – MUUUUUCHA DIVERSIÓN EN LAS ALTURAS

Nada dice «hemos aterrizado en USA» como un buen parque de atracciones, y el 16 de julio nuestros chicos lo dejaron claro. Six Flags se convirtió en el primer campo de batalla emocional, con loopings imposibles, atracciones que parecían diseñadas por alguien con ganas de hacernos volar… y muchas caras desencajadas a la salida.

Lucía y Sofía encabezaron esta aventura en modo valiente, y salieron con el pelo revuelto y el alma en el bolsillo. ¿Quién se subió tres veces seguidas a la misma montaña rusa? ¿Quién gritó “¡me quiero bajar!” cuando ya era demasiado tarde? Eso se queda entre nosotros. Pero lo que sí es seguro es que la energía del grupo ese día estaba al 200%, y el recuerdo de ese vértigo compartido ya es leyenda.

La más disfrutonas fueron las chicas y Martín, quienes no dudaron en comenzar su “despedida”, por todo lo alto, literalmente. Fue un día de lo más increíble y revoltoso, para nuestro estómago (jajaja).

17 de julio – UN POCO DE TODO

El día siguiente fue algo así como “bajamos una marcha, pero seguimos en plan película”. Mientras algunos exploraban outlets y se fundían el presupuesto en Levi’s y Converse, otros como Sofía decidieron ponerse en plan intelectual con una obra de teatro (y sí, entendieron más de lo que esperaban).

Ariadna remató el día con cena italiana, mientras Juan vivía su pequeño momento de transición con el cambio de familia, pero sin perder la ocasión de salir de compras con los colegas. Porque el drama emocional siempre va mejor con una bolsa de Nike en la mano, ¿verdad?

Después de las diversas emociones del día anterior, este día fue más relax para nuestros chicos en general, algunos incluso, como Carmen B, se encontraban viajando desde su gran escapada a Washington DC. ¿Consiguió Carmen colarse en la casa blanca y saludar al presidente? Tendremos que preguntárselo. 

Ona e Irene, se convirtieron en nuestras chefs favoritas. Pasaron una tarde de lo más entretenida entre los fogones, preparando unos ricos ‘Mac and cheese’, un plato emblemático y muy americano. Fue una tarde tranquila para todos en general, necesitábamos un día de descanso en nuestras agendas ya que nuestra rutina es la de no parar. 

Sin embargo, después de intentar cocinar unos deliciosos macarrones, nuestras chicas se fueron de compras con el resto del grupo, entre ellos, todos nuestros chicos: Oier, Pablo, Manuel, Juan y Guille, junto con Ariadna y Yolanda y Laura and Paula fueron de compras, una de las actividades favoritas de nuestros chicos. 

Visitaron lo Jackson Outlets donde encontraron verdaderas gangas. Por ejemplo, dos de nuestros chicos, Pablo y Oier, encontraron unas Nike deportivas a un precio increíble, ¡un verdadero chollo! Polo, Adidas, Asics, Converse… no tengo claro si existe alguna marca que no les guste a nuestros chicos.

18 julio – POOL PARTY AND XMAS IN JULY

¿Hay algo más español que apuntarse a todas las fiestas y tradiciones? No hay nada que nos guste más que un saraó. Por este motivo, ‘welcome to christmas in July’, una extraña y curiosa tradición de nuestros amigos yankees a la que nos hemos apuntado. De hecho, como dice el dicho: nos tiramos a la piscina, literalmente. 

Pero… ¿quién demonios inventó esto?

Nadie lo sabe con certeza, pero las leyendas dicen que, en 1933, en un campamento de Carolina del Norte, unos monitores decidieron celebrar Navidad en julio porque echaban de menos la nieve. (Sí, como si el calor húmedo y los mosquitos fueran compatibles con el ponche caliente o con una enorme tarta caliente. Los mil Fahrenheit y la navidad a nuestro parecer no hacían ‘match’ pero está claro que nos equivocábamos). 

Como podéis imaginar, nuestros chicos disfrutan de cada fiesta, como si el mundo se acabase… una excusa perfecta para compartir risas, construir anécdotas y estar muy juntitos. Les encanta. Y nada mejor que una piscina para refrescarnos del calor.

Esta fiesta era algo especial. Todos los chicos tuvieron regalos, chuches americanas de todos los tipos. Lo más gracioso era que el objetivo de esta tradición era robarse los regalos unos a otros. Una extraña tradición con un toque muy ‘grinch’.

Sí, en Estados Unidos celebran la Navidad en pleno julio. Porque pueden. Y nuestros chicos lo vivieron como los reyes del verano. Ariadna alucinó con la decoración navideña mientras sudaba a 30ºC, y el resto se dio el mejor chapuzón del mes en el mítico pool party del día. Juan también se sumó al combo de flotadores, risas y probablemente alguna guerra de globos de agua.

Yolanda y su familia, cerraron el día con una fiesta en casa de Martín y Celia, demostrando que, si hay algo que no falta en este grupo, son las ganas de pasarlo bien con quien sea, donde sea.

19 julio – TRENTON THUNDER BASEBALL GAME

¿Un evento deportivo? La respuesta es un sí rotundo. No hay nada más americano que emocionarse con el himno al comienzo de un partido de béisbol o fútbol americano. Si nuestros ‘yankees’ lo viven, nosotros también.

Este día fue muy divertido, aunque nuestros chicos reconocieron que hubieran preferido ir a un juego de los ‘Phillies’, el emblemático equipo de la ciudad de la Philadelphia. Este, en nuestro caso, era un partido universitario y aunque fue muy divertido porque estuvieron todos juntos, pudimos apreciar que aún estaban aprendiendo. Ariadna y su familia, lo dieron todo: por la tarde visitaron un jardín botánico precioso, comieron en West Chester (sí, con menú bien americano), y luego… llegó la noche mágica del partido de béisbol.

Uniformes, hot dogs, ¡gritos de “go team!” … pero lo mejor vino después: ¡se llevaron una pelota oficial! (sí, una de esas que todo el mundo quiere y solo unos pocos consiguen). Además, pillaron merchandising del que lanzaban en el partido la mascota y sus ayudantes —y se hicieron una foto grupal legendaria que ya debería estar impresa y enmarcada. Y, por si fuera poco, los fuegos artificiales del final dejaron a todos con la boca abierta. A veces la realidad supera a Netflix.

Mientras tanto, Lucía exploraba Nueva York con su familia anfitriona, entre taxis amarillos y rascacielos infinitos. Una noche, dos planes opuestos, un recuerdo inolvidable para todos.

20 JULIO – DESPUÉS DE LA TORMENTA, ¿SIEMPRE LLEGA LA CALMA?

Después del subidón del sábado, el domingo tocaba plan relax… o casi. Ariadna disfrutó de su casa con piscina y luego se fue de ruta por tiendas de segunda mano (porque el estilo vintage aquí se lleva con orgullo). Lucía visitó Princeton con su host dad —sí, la Universidad de los genios—, mientras Juan se dejó caer por el centro comercial más épico de la zona, confirmando que uno nunca se cansa de mirar zapatillas.

Fue uno de esos días tranquilos que necesitamos: ‘once in a while’, como dicen aquí. Siempre es un gusto pasarlos así, si es con nuestras familias americanas. ¡Cuánta suerte tienen!

Aunque no para todos llegó la calma, alguno de nuestros chicos: Sofía, Carmen, Martin y Celia, disfrutaron de un día de campo con muuuuucha velocidad. Condujimos quads y montamos en ellos a través de unas rutas y senderos en un parque especializado. Fue de lo más brutal.

21 JULIO – NEW YORK Y OTROS

El 21 de julio fue uno de esos días que parten en dos el viaje. De un lado, la vibración constante de Nueva York, la ciudad que no se cansa nunca. Del otro, la calidez hogareña, los planes tranquilos y el valor de lo cotidiano. Dos formas de vivir el verano americano… y todas igual de inolvidables.

Grupo NYC: entre rascacielos, bagels y “wow” cada cinco pasos

Nuestros chicos y chicas que pusieron rumbo a Manhattan vivieron el clásico sueño neoyorquino en formato real. Desde que bajaron del tren o del coche ya se respiraba otra energía: esa mezcla de caos, elegancia, historia y ruido de claxon que solo Nueva York puede ofrecerte a la vez.

La ruta incluyó paseos por Times Square, donde las pantallas gigantes y los músicos callejeros convirtieron cada paso en una escena de videoclip. Luego, paradas obligatorias: Central Park, el Empire, el Rockefeller, Bryant Park… y sí, alguna tienda icónica para pecar con souvenirs y merch (¡quien diga que no picó, miente!).

Fue el broche perfecto a este viaje. Nueva York nunca defrauda.

22 DE JULIO: FAREWELL PARTY 

Después de una semana cargada de emociones, paisajes, aventuras sobre ruedas, fuegos artificiales y paseos por Nueva York, el último día llegó con una mezcla agridulce: las maletas esperaban en la esquina, pero aún quedaban risas por soltar y promesas que cumplir.

La mañana fue tranquila: muchos aprovecharon para comprar los últimos regalitos, esos detalles para el host families que ya se habían ganado un hueco en el corazón. Lucía, por ejemplo, salió a la caza de souvenirs con intención de agradecer de forma bonita todo lo vivido. Ariadna fue al summer camp por última vez, saboreando cada minuto como si fuese oro. Y mientras algunos se dedicaban a ultimar compras de “última hora”, otros estaban ya en modo «¿qué me pongo esta noche?»

Porque sí, **el gran evento nos esperaba por la tarde: la FIESTA DE DESPEDIDA. Y no en cualquier parte: en un CASOPLÓN digno de reality de Netflix.

Imagina esto: jardín enorme, decoración de luces, piscina de fondo, mesas llenas de comida americana que parecía sacada de Pinterest y ese ambiente que huele a final de película. No hemos podido pasarlo mejor en este viaje. 

De corazón, gracias por todo a las american families, estamos tremendamente agradecidos.

23 DE JULIO: LA DESPEDIDA

Como la canción de ‘Daddy Yankee ‘dice: “ya llegó el final del camino…”. Y como no podía faltar el toque de caos logístico que convierte cualquier viaje en una auténtica aventura americana, nuestro vuelo de vuelta decidió practicar el arte del retraso zen. Nos tocó esperar, correr entre terminales como si estuviésemos en una versión low-cost de “Misión Imposible”, y dominar el noble arte de sentarse en el suelo del aeropuerto sin perder la dignidad. Pero oye, no todo fue drama: entre escalas eternas y conexiones que nos miraban con desprecio, descubrimos el auténtico amor de nuestras vidas: Shake Shack. ¿Jet lag? Da igual. ¿Maletas perdidas? Qué más da. Con un batido en la mano y una cheeseburger en la otra, todo parecía tener sentido. Y así, entre risas, papas fritas y alguna que otra cabezadita en la sala de espera, pusimos el punto final a esta semana épica en América.

Este es el final de este inolvidable y memorable viaje. Nuestros chicos se van FELICES, sí, en mayúsculas, con un poco de sueño y la mochila cargada de aventuras, souvenirs y buenos momentos.

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