Nuestros chicos del programa de Voluntariado Sri Lanka ya llevan tres semanas viviendo esta experiencia que está llegando a su fin ¡Estamos entusiasmados por compartir todo lo que han vivido estos días! Lucía, su monitora, nos cuenta las actividades que han realizado y nos envía fotos de todos. ¡No te lo pierdas!
Hola familias!
Nuestra tercera y última semana en Sri Lanka ha sido una montaña rusa de emociones. Desde el último día en la guardería hasta la despedida en la playa, cada momento ha sido especial y lleno de aprendizajes y nuevas experiencias. Aquí os cuento un resumen de nuestras actividades:
Guardería y despedida emocionante
Nuestro último día en la guardería fue agridulce. Decidimos hacerlo especial para los niños y vimos una película juntos con un proyector y una gran pantalla mientras tomábamos batidos. Después, hicimos manualidades y dibujos de despedida. Todos llevamos dibujos con las huellas de nuestros niños a casa. Nos da mucha pena marcharnos, pero nos llevamos recuerdos imborrables y el cariño de estos pequeños.
Explorando la vida local en Galle
Uno de los días más enriquecedores fue el tour a pie por la zona local de Galle. Pudimos observar de cerca la forma de vida de los lugareños y visitamos una cafetería local con uno de nuestros guías, Falik, que ya se ha convertido en uno de nuestros mejores amigos, donde merendamos pan de lentejas picante y refrescos. Terminamos la tarde jugando al fútbol con chicos de la zona. ¡Marcamos muchos goles y nos divertimos muchísimo!
Comprometidos con el medio ambiente
La limpieza de la playa de Galle fue una experiencia dura y que nos hizo pensar, pero muy gratificante. En apenas dos horas, logramos recoger casi 50 kg de basura. Fue agotador pero muy satisfactorio, y lo celebramos con un merecido atracón de sandía fresquita.
Descubriendo Galle y su historia
El tour por Galle centro nos permitió conocer el fuerte inglés y otros puntos turísticos mientras disfrutábamos de helados y unas vistas espectaculares del mar. Es un lugar lleno de historia y belleza natural y… ¡También acabamos jugando al fútbol!
Aventura en la selva
Hicimos una caminata de 8 km por la selva, guiados por un experto que nos explicó todo sobre la fauna y flora del lugar. Vimos camaleones, lagartos, monos, ciempiés… ¡Hasta tarántulas del tamaño de una mano! La ruta culminó en unas impresionantes cataratas, donde disfrutamos de un refrescante baño rodeados de peces de colores. Además, como el viaje fue largo, desayunamos y comimos en un restaurante con ingredientes frescos de su propio huerto. ¡Aunque incluso los bollos del desayuno picaban!
Tiempo libre y momentos de relax
Pero no todo va a ser trabajar. Estos días también hemos tenido tiempo libre para explorar a nuestro ritmo. Algunos de nosotros volvimos a la playa, otros a la piscina, y algunos se hicieron la henna o las uñas. Eso sí, todos, sin excepción, hemos disfrutado de un café y un buen pedazo de tarta de zanahoria en una preciosa cafetería/librería con un jardín espectacular que descubrí un día dando un paseo, un verdadero oasis de calma.
Voluntariado en la residencia de ancianos
Pasamos una mañana en una residencia de ancianos, haciendo ejercicios de movilidad, dibujando y creando postales. Los residentes y sus cuidadoras fueron muy amables y disfrutamos mucho de su compañía.
Yoga y bienestar
Nuestra última clase de yoga fue un reto para nuestra elasticidad y equilibrio, pero todos salimos relajados y con ganas de seguir practicando en casa… ¡Y de visitar Nueva York! Pues la profe nos contó que era de allí y que lleva un año enseñando Yoga por Sri Lanka.
Adiós a las tortugas marinas
En nuestra última sesión en la reserva de tortugas marinas, limpiamos un tanque y conocimos a una familia china (de Pekín), que también están aquí como voluntarios. Fue un día de trabajo duro pero gratificante, despidiéndonos de las tortuguitas con cariño… ¡Y aprendiendo palabras en chino!
Visita a una pagoda japonesa
Visitamos una impresionante pagoda japonesa con vistas al mar y asistimos a una misa budista. El monje, que resultó ser fan del Barça, nos enseñó mucho y nos llevamos chucherías de curry y una postal como recuerdo.
Limpieza de la jungla y encuentro con serpientes
El penúltimo día, limpiamos los márgenes de la selva y terminamos en una reserva de serpientes. Aprendimos sobre estos fascinantes reptiles y tuvimos la oportunidad de tocarlos, ¡incluso vimos una cobra en acción!
Ruta en bici por la selva, despedida en la playa y “lunch” especial
Hoy ha sido nuestro último día, con un tour en bici y una tarde en una playa que, como todo aquí, promete ser paradisiaca.
La ruta en bicis de 12 km por la selva ha sido una de las experiencias más emocionantes. Hemos pedaleado entre arrozales y campos de cultivo de té, disfrutando de la exuberante vegetación y la fauna local. Hemos hecho una pausa para beber refrescante agua de coco, que nos ha dado la energía necesaria para continuar. Los paisajes de la ruta han sido espectaculares, con vistas que nos dejaron sin aliento y nos recordaron la belleza natural de Sri Lanka.
En nuestra despedida, hemos tenido también un lunch especial con todo el staff del proyecto de AASHA House. Disfrutamos de pizzas del Pizza Hut indio, probando todas sus especialidades. Además, nos obsequiaron con pequeños regalos y un certificado/diploma de voluntariado a cada uno. Fue un momento de celebración y gratitud, donde compartimos risas y recuerdos, consolidando las amistades formadas durante estas semanas.
Este viaje ha sido una experiencia inolvidable para todos nosotros. Hemos aprendido mucho, no solo sobre Sri Lanka y su cultura, sino también sobre nosotros mismos y la importancia del voluntariado. Nos vamos con el corazón lleno de gratitud y recuerdos que atesoraremos siempre.
¡Hasta la próxima aventura!
Lucía
