Principales características de estudiar en Estados Unidos un curso escolar
Un océano y muchos kilómetros nos separan del país americano, pero pese a eso es probable que tengas una idea, más o menos clara, de cómo es estudiar en Estados Unidos en un high school. La popular industria de las series y el cine estadounidense nos acerca constantemente a la vida escolar del país. Habrás visto cientos de veces los famosos buses amarillos, sin olvidar las taquillas, los comedores self service o las aulas. Y aunque es obvio que no podemos confundir ficción con realidad, sí hay muchos elementos que son reconocibles y que nos emocionan cuando los experimentamos en primera persona. Hoy haremos un repaso sobre los principales aspectos que caracterizan el día a día en un High School estadounidense. Y lo haremos también con la ayuda de nuestros participantes del programa año escolar en Estados Unidos, quiénes nos cuentan sus experiencias en el instituto. ¡Empezamos!
Se pone el foco en el trabajo en grupo
Trabajar en grupo no siempre es fácil. Hay que ser ser colaborativos, buenos compañeros y pacientes. En Estados Unidos es muy habitual que los alumnos tengan que hacer trabajos y proyectos en grupo para poder superar una determinada asignatura. Asimismo, es muy habitual que esos trabajos deban ser expuestos en alto para toda la clase, trabajando así la participación y la exposición en público.
En cuánto a la dificultad de las clases, Luis Madrid lo tiene claro «Pensaba que iba a ser más difícil al principio, pero si llevas un nivel de inglés decente no tendrás ningún problema, como me está ocurriendo a mí. Los profesores son muy cercanos y siempre les puedes preguntar cualquier duda que tengas.»
Estudiar en Estados Unidos: la relación entre profesores y alumnos
Los profesores estadounidenses tiene muy buena reputación. A diferencia de otros sistemas escolares, en la educación secundaria norteamericana destaca la estrecha relación que existe en los profesores y los alumnos. Julia Peris lo describe a la perfección «Los profesores están dispuestos a escucharte y ayudar y puedes notar que les apasiona su trabajo. Los alumnos también van a estar dispuestos a ayudarte; son muy amables y educados con los desconocidos».
Aulas y edificios especializados
Las aulas son específicas por asignatura. Esto hace que los alumnos tengan que cambiarse de aula cada vez que termina una clase. De hecho, hay institutos en los que existen diferentes áreas, por ejemplo, el edificio de artes y el edificio de ciencias. Este tipo de dinámicas permiten a los alumnos, además de cambiar de espacio, cambiar de compañeros según asignatura. Algo que María Ballester, alumna de año escolar en Estados Unidos en el curso 2017-2018, recordaba así: «Sé lo que es estar las 7 horas de instituto cambiando de clases, cruzándote con mil caras en los pasillos; siempre con tu café en mano y tus auriculares en las orejas.»
Ordenadores vs libros de texto
Estudiar en Estados Unidos supone dejar atrás los tradicionales libros de texto, que están perdiendo la batalla con respecto a los ordenadores y el entorno digital. Aunque depende del centro, es habitual que muchos recurran a los portátiles como material de apoyo. Sara Álvarez lo recuerda así «creo que la rapidez de adaptación a un nuevo entorno depende de la persona, a mí me llevó entre 2 y 3 semanas, sentirme cómoda en casa y en el instituto. Mi instituto era completamente diferente al que tenía en España. Una de las cosas que más me gustaban es que todo lo hacíamos en los portátiles que nos daba el centro, nunca usábamos libros».
Gran variedad de asignaturas
Los institutos estadounidenses ofrecen a sus alumnos una gran variedad de asignaturas, que abarcan todas las ramas (ciencias, letras, arte etc.). De hecho, podemos decir que quizás sea una de los aspectos mejor valorados por los estudiantes internacionales que llegan a Estados Unidos para estudiar y se encuentran con múltiples opciones y posibilidades. «Me parece asombroso la cantidad de opciones que tienen para escoger asignaturas, hay una enorme diversidad. Yo, como asignaturas «especiales» escogí desde fotografía a cocina ¡y disfruté mucho en ellas! Recuerda Manuel Figueras sobre su curso.
Homework
Lejos de ser una parte pequeña del día a día escolar, quien estudia en EE.UU. sabe que los deberes (o a lo que ellos llaman Homework) son una parte muy importante a la hora de enfrentarse a una asignatura y poder superarla. Los profesores ponen deberes habitualmente y los consideran una parte fundamental de los estudios. Es decir, tan importante es superar un test o examen como tener los deberes al día.
Estudiar en Estados Unidos: vida escolar y social en uno
Vida escolar y social se entremezclan casi por completo. Los institutos organizan numerosas fiestas y eventos que sirven para construir comunidad aún cuando terminan las clases. Además de las festividades más conocidas como por ejemplo las Navidades o Halloween, existen otras menos conocidas pero igual de celebradas por los estudiantes estadounidenses. Hablamos del Homecoming o del Prom. El primero sirve para celebrar el inicio del curso mientras que el último coincide con la finalización de las clases, pero ambos requieren vestirse «de etiqueta» y celebrarlo por todo lo alto a través de un gran baile en el instituto.
Los alumnos españoles que han vivido alguno de estos grandes eventos, siempre coinciden en calificarlos como una de las mejores experiencias de su vida. Sino que se lo pregunten a Marina Encinas, estudiante de año escolar en Estados Unidos en el curso 2017-2018 «Prom es una de las mejores experiencias que he vivido aquí, no hay nada que se pueda comparar, yo lo recomendaría a todo el mundo.»
Importancia del deporte
Los valores asociados al deporte son muy importantes en Estados Unidos, donde la educación gira entorno al mismo constantemente. Hay clubs deportivos para todos los gustos y perfiles, y al final siempre se convierten en el lugar donde se hacen los amigos más cercanos. Para Marco Antonio no fue diferente «En mi primer día en el instituto estaba un poco asustado pero la cosa mejoró cuando me apunté a fútbol americano. Hice un montón de amigos, conocí a mucha gente y empecé a hablar el doble, así que la gente se empezó a acercar mucho más».
Para Alec Barca el soccer también formó parte de su día a día: «Durante mi día a día no tenía mucho tiempo libre, ya que al salir del colegio tenía entrenamientos de soccer y luego cuando llegaba a casa tenía que hacer las tareas. Mi familia anfitriona iba a todos los partidos, tanto cuando jugábamos en casa como cuando jugábamos fuera».
«Tienes un montón de opciones y puedes hacer hasta tres deportes en un año. Aquí se lo toman muy en serio y son muy competitivos, sin importar que deporte sea. Este primer trimestre he hecho cross country, que consiste en correr 5 kilómetros por el campo y subiendo colinas. El equipo es una muy buena oportunidad para hacer amigos.» añade Luis Madrid.
Entorno al deporte gira buena parte de la vida social del instituto. Los alumnos son los máximos fans de sus equipos, a quiénes arropan y animan en toda ocasión que se precie. «Allí los partidos se juegan en el campus de fútbol de la universidad y montan unas enormes carpas con televisiones, comida… donde pasas todo el tiempo con la gente que te rodea, tus amigos y amigas etc.» recuerda Ane Crespo, que en 2016-2017 completó su curso escolar en Estados Unidos.
Programas de voluntariado
En Estados Unidos los escolares están habituados a hacer programas de voluntariado, ya sea como parte de su compromiso con el centro escolar o por fuera. Es habitual que a través del instituto los alumnos acaben colaborando en bancos de alimentos, asociaciones de animales, u en otro tipo de proyectos, orientados por ejemplo a jugar con los más mayores en residencias de ancianos.
Y si después de todo lo que te hemos contado aún no te decides, te invitamos a que veas la experiencia de uno de nuestros participantes, que fue a estudiar a Estados Unidos un año y terminó muy contento.