¡Hola familias! Nuestros chicos y chicas del programa de Verano en Canterbury ya han terminado su estancia en Reino Unido, ¡no te pierdas sus últimas aventuras! Su monitora Teresa nos cuenta a continuación todas las actividades y excursiones con todo detalle, ¡no te lo pierdas!
¡Hola desde UK!
¡Comienza una semana más en Canterbury! Nos levantamos como todas las mañanas para desayunar a con las expectativas puestas en aprovechar las clases y la tarde en Canterbury para hacer alguna compra y terminar de conocer la ciudad. Acabaron las clases, comimos y nos dirigimos andando al centro donde tuvimos un tiempo libre de unas horas para ir por nuestra cuenta. Vuelta a la universidad con la cena esperándonos en el comedor y más actividades de deporte para acabar el día.
Empieza la cuenta atrás, ya es martes y poco o a poco vemos como nuestra experiencia en Canterbury se acaba. Lo bueno es que, las ganas de ir a Rochester, nos mantienen motivados durante la mañana: desayunamos, vamos a clase, comemos y nos dirigimos a Rochester en bus. Una vez allí, lo primero que visitamos fue la Catedral (Iglesia Catedral de Cristo y de la Bienaventurada Virgen María), la segunda más antigua de Reino Unido después de la de Canterbury. Una vez allí, nos reciben con una pequeña presentación y, a continuación, nos dan libertad para investigar por nuestra cuenta y dar una vuelta por la ciudad. Después, quedamos en el punto de encuentro y volvemos a la universidad para ducharnos y cenar antes del concurso de talentos. Los que no quisieron participar, pudieron disfrutar de las actuaciones de sus compañeros o hacer manualidades.
Tercer día de la segunda semana en Canterbury. El plan de hoy consistirá en dar clases (donde los chicos fueron reubicados con más alumnos de otras nacionalidades atendiendo a su edad y nivel) y deportes en el gimnasio de la Universidad de Kent. Después de comer, andamos unos minutos al polideportivo donde cada uno tuvo la opción de elegir un deporte o actividad (bádminton, atrapa la bandera, baloncesto…). Al no acompañarnos el tiempo, el día fue tranquilo y acabamos, al terminar de cenar, viendo una película. A las 10 nos damos las buenas noches y… ¡a descansar!
Los días siguen volando y, sin darnos casi cuenta, ya estamos a jueves. Como todos los días, los chicos van a clase después del desayuno. Al acabar, en la comida comentamos qué tal son los profesores y las actividades que han hecho; el sentimiento es generalizado, el grupo está contento con cómo funcionan las clases y con los compañeros. Por la tarde, nos montamos en el bus camino a Broadstairs, otro pueblo costero de Kent. Una vez allí, disfrutamos de un tiempo libre para visitar la playa (Viking Bay), el museo de Charles Dickens y el mercadillo. Antes de las 6, volvemos a la universidad para cenar y prepararnos para actividades varias por la noche.
Nuestro viernes se presenta tranquilo, con el objetivo de garantizarnos conservar energía para esta noche en la discoteca. Como el sábado sabíamos que íbamos a estar liados haciendo las maletas y cansados por el viaje a Londres, organizamos una despedida con pizzas en el campus junto a nuestros compañeros españoles de otro grupo. Una vez acabado, nos preparamos para la discoteca donde disfrutamos junto a los demás estudiantes de otros países. Aunque la hora de ir a la cama se alargó un poco, poco antes de que llegaran las 12 nos fuimos a la cama para descansar para mañana estar con fuerzas en Londres.
¡Último día! Nos ponemos rumbo a Londres con muchas expectativas y ganas de disfrutar de la ciudad, esta vez, con una visita más turística. Empezamos en Westminster, desde donde dimos un paseo hasta Parliament Square mientras admirábamos el Big Ben. Una vez allí, tuvimos un tiempo libre para dar una vuelta y, al acabar, dirigirnos hacia Trafalgar Square. Desde Trafalgar Square, acabamos en Piccadilly Circus, donde termina el tour y empieza el último tiempo para ir por nuestra cuenta durante unas horas e investigar los alrededores de Leicester Square, nuestro punto de encuentro.
Acaba la visita a Londres y, una vez de vuelta, cenamos y aprovechamos las horas de actividades para hacer las maletas. Al ser el último día, los horarios fueron más flexibles, al igual que la elección de la actividad. Algunos vimos una película y nos fuimos a dormir, mientras que otros se quedaron haciendo tiempo charlando hasta la hora de marcharnos. Sin darnos cuenta, ya eran las 4 de la mañana y la recepción de la universidad de Darwin se convierte en una pista de obstáculos formada por maletas. Algunos de nuestros compañeros se despertaron a despedirnos junto con algún monitor de ES y el manager del centro. Con mucha pena, toca despedirse y subirnos los taxis que nos llevarían al aeropuerto de Heathrow. Una vez ahí, todo fue rodado, sin complicaciones y con mucho tiempo por delante antes de embarcar.
Al llegar a Madrid, las familias nos recibían a la salida de la T4; aquí acaban 2 semanas que superan las expectativas de los que dejaban sus casas susceptibilidad o con ganas, con una mezcla de ilusión por volver a ver a los nuestros y nostalgia al recordar lo vivido, y con la suerte y agradecimiento de haber podido disfrutar de esta experiencia que da comienzo a un verano 2023 que recordaremos siempre.
Un abrazo desde Canterbury,
Teresa
